sábado, 26 de agosto de 2023

FEIJÓO, CANDIDATO

                         El Jefe del Estado, como no podía ser de otra forma, propone a Feijóo, líder del partido más votado, como candidato en primera instancia para intentar formar gobierno, tarea harto difícil (cuando no imposible), dado el boicot que el resto de partidos, salvo Vox, UPN y CC le hacen al PP provocando con ello casi la imposibilidad de una alternancia política en España. Y Felipe VI propone a Feijóo tras constatar en la ronda de consultas que, aunque a Feijóo le faltan cuatro escaños para llegar a la mayoría absoluta (tiene 172 tras reconducir su relación con Vox y se necesitan 176 o que alguien se abstenga), Pedro Sánchez, líder del segundo partido más votado, tiene menos aún pues a día de hoy sólo le han asegurado al Jefe del Estado que cuenta con 152 escaños (los 121 del PSOE y los 31 de Sumar), dado que los independentistas Junts, ERC y Bildu (20 escaños en total) han plantado al Monarca y ni siquiera han comparecido ante él, mientras juegan públicamente a marear la perdiz y al chantaje, exigiendo contrapartidas, incluso ilegales e inconstitucionales, para decidirse a apoyar la investidura del actual Presidente de Gobierno en funciones, aunque para muchos el acuerdo ya se da por hecho y sólo se trata de postureo y de ganar tiempo para que, una vez fracasada la investidura de Feijóo, presentar la alternativa con el mantra de evitar repetición electoral. En todo caso, Felipe VI y Zarzuela dejan claro que proponen a Feijóo, el ganador de los comicios, porque “es costumbre” designar al candidato más votado y porque además “a día de hoy”, tras las consultas, “no se ha constatado la existencia de una mayoría que hiciera decaer esta práctica”, con lo que el Jefe del Estado protege, una vez más, la normalidad institucional, consistente en que el más votado intente la investidura, frente al criterio torticero de quienes pretenden lo contrario, como, entre otros, Podemos, integrado ahora en Sumar, que cree que, contra lo establecido, el Rey no tiene la potestad de decidir candidato y manifiesta que “es una intromisión”…..y que conste que éstos, Podemos y Sumar, son de los más presentables aliados de Sánchez comparados con los secesionistas radicales totalitarios que siguen en sus trece de bordear e incumplir la Constitución, mientras Sánchez, en vez de dejar bien claro y rotundo que no son negociables asuntos como la amnistía o el referéndum de autodeterminación, que le exigen para apoyar su investidura, se limita a manifestar genéricamente que “todo lo que se tramite debe hacerse de acuerdo con la Ley”, mientras su PSOE busca encajar como sea una presunta legalidad de la amnistía pues el Presidente ya no la esconde mientras negocia el “sí” con Puigdemont y, tras pedirle al Rey que le nomine a él como candidato atribuyéndole que en caso contrario propone una investidura que sabe que será “fallida” (ya ven, la suya con menos votos acreditados, no lo es) se atreve a garantizar al Rey que “está en condiciones” de ser presidente y confía en que el Tribunal Constitucional (bien lejos me lo fiais) le ayude a cumplir las exigencias (o chantajes) del independentismo ya que “el diálogo es el método y la Constitución es el marco”, olvidando que, precisamente por eso que dice, no se puede negociar asuntos que quedan fuera de la legalidad enmarcada en la Carta Magna, ni forzar su encaje en la misma con teorías peregrinas, y que, por tanto, el diálogo sobre ellos en el mejor de los casos es ocioso de cara a una indeseable negociación…… Si, visto lo visto, Sánchez y su PSOE quieren asumir como propias las reivindicaciones ilegales del secesionismo radical, que lo haga de una vez por todas, como debe de hacerse, proponiéndolo en su programa electoral con la esperanza de hacerlo mayoritario en las Cortes y conseguirlo de forma legal, pero, en caso contrario, que deje de marear la perdiz inútilmente con complicadas equidistancias intolerables sobre el asunto, pues lo que no puede ser no es y además es imposible.

            Pero, ya ven, Sánchez, contra lo que defendía, ya no defiende que una amnistía “no cabe en la Constitución” (pero que conste que, según él, no es que mienta sino que cambia de opinión) y afirma ahora que eso corresponde al TC, mientras, una vez activado el reloj para una repetición electoral con la nominación de Feijóo, Moncloa busca desesperadamente fórmulas para satisfacer al prófugo Puigdemont, cuando Armengol concede un mes al candidato acordando que la sesión de investidura sea el 26-27 de septiembre, asumiendo el candidato que, aunque le gustaría tener más tiempo para negociar, es ella quien tiene la potestad de elegir el calendario. Fórmulas para contentar a Puigdemont como es la utilización del “diputado prestado” para que Junts, sin haberlo conseguido en las urnas, tenga grupo propio en el Congreso gracias a que Sánchez, aplicando un criterio insólito, le presta cuatro diputados para...... (sigue leyendo en Blog Mi punto de vista, http://jorgecremades.blogspot.com.es/)

 

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