jueves, 10 de agosto de 2023

EN MANOS DE JUNTS Y PNV

                         Es preocupante, muy preocupante, que la gobernabilidad de España dependa de lo que decidan Junts y PNV, dos partidos no de ámbito nacional, sino territorial, ambos de derechas, que tienen en sus manos decidir si en los próximos años el gobierno minoritario de España será monocolor y de derechas (es decir, un gobierno del PP, ganador de las elecciones, con el apoyo explícito de Vox y UPN, que le ceden gratis el “sí” y le permite postularse a una investidura con el apoyo de 171 escaños) o un gobierno multicolor de coalición, igualmente minoritario, de izquierdas, populistas y radicales (es decir un gobierno de PSOE y Sumar, que cuenta sólo con 152 diputados, si pactan los socialistas con la mayor coalición de la historia, autocalificada de “progresista” y creada por Yolanda Díaz para presentarse a las recientes elecciones y que agrupa nada menos que a veinte partidos de ámbito estatal y autonómico). En definitiva, ambas opciones de gobierno (o de desgobierno) están a la espera de lo que decida el resto de partidos (ERC, Junts, EHBildu, PNV, BNG y CC), por supuesto, si pactan las pertinentes contraprestaciones programáticas correspondientes, ya que ninguno de ellos (ni los de derecha Junts, PNV y CC con sus 13 escaños; ni los de izquierda ERC, EHBildu y BNG con sus 14 diputados) va a dar su apoyo gratis a vestidura alguna para que cualquiera de las dos opciones llegue a los ansiados 176 escaños, de la mayoría absoluta, o, en su defecto, ser la opción más votada en el Congreso de los Diputados, si alguno de ellos simplemente decide abstenerse. Pues bien, así las cosas, parecería que, en términos ideológicos izquierda-derecha, Feijóo contaría con ventaja sobre Sánchez al ser la lista más votada por los españoles y contar además con los votos “gratis” de Vox y UPN, lo que posibilitaría un gobierno monocolor, quedando su opción condicionada a lo que decidan los 13 escaños de derecha (Junts, PNV y CC), pues simplemente la abstención pactada de cualquiera de los dos primeros le bastaría al líder popular para ser investido presidente, ya que Sánchez en ese caso no le superaría en apoyos ni con todos los demás partidos votando a su favor. Sin embargo, sorprendente e insólitamente, ni Junts, ni PNV (CC le dejaría más cerca pero suficientemente), siendo ambos de la más rancia derecha, están dispuestos a apoyar un presunto gobierno monocolor popular de derecha, y, de momento, se inclinan (eso sí a cambio de contrapartidas nacional-separatistas) por un “sí” a un presunto gobierno de coalición PSOE-Sumar de izquierdas, autodenominado “progresista” y por partidos separatistas de izquierdas como ERC, Bildu y BNG, que, en el mejor de los casos, estarían en las antípodas, ideológicamente hablando, de Junts y el PNV, lo que pone de manifiesto que el objetivo de éstos no es, obviamente, defender los intereses generales de todos los españoles, ni lo que mayoritariamente han votado, sino que el objetivo es apostar por la opción más débil y variopinta de 152 escaños, frente a los 171 de la derecha y más monocolor, y, por tanto, la más proclive a concederles las exigencias encaminadas a debilitar al Estado y fortalecer la estrategia de su pretendido separatismo, incluso de forma totalitaria, al extremo de que el líder de Junts anda fugado de la Justicia española. Por lo tanto, contra todo pronóstico, el futuro gobierno de España lo va a decidir “de facto” la derecha nacional-secesionista, que, curiosamente, siendo la derecha más tradicionalista de España, prefiere apoyar a la izquierda más radical, como es ERC o Bildu, antes que dejar que gobierne la derecha constitucionalista del PP, con el apoyo sin contrapartidas de Vox, argumentando que éste último partido es la derecha extrema, pero olvidando y blanqueando a la izquierda extrema radical vasca y catalana. No en vano, el socialista Page (único superviviente de la debacle socialista de las autonómicas y locales del 23-J), en sintonía con otros muchos socialistas, lamenta que el Gobierno “dependa de un prófugo” y vaticina una legislatura “vertiginosa” si Sánchez, como parece, logra los apoyos, cuando éste, está dispuesto a ceder a cualquier cosa con tal de ser investido y tiene el descaro de defender que su gobierno será “progresista” con semejantes mimbres y apoyos para apuntalarlo.

            Esta es la real tragedia de la gobernabilidad de España y su democracia, mientras Feijóo quema sus últimos cartuchos con el PNV (con Junts ya se sabe que, además de impresentable, sería imposible), en tanto que Sánchez, como primer paso para conseguir su objetivo, ya busca apoyos de momento para mantener la Presidencia del Congreso de los Diputados y, al efecto, sacrifica a Batet, que no repetirá en el puesto al no ser del agrado de los secesionistas (no vaya a ser que sean contrariados y luego no le apoyen en la investidura, pues simplemente una abstención le bastaría a Feijóo para conseguirlo), mientras busca un...... (sigue leyendo en Blog Mi punto de vista, http://jorgecremades.blogspot.com.es/). 

 

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