jueves, 29 de septiembre de 2022

ES PERIODO ELECTORAL

                         El socialista Ximo Puig se suma a las peticiones de Feijóo y de las CCAA gobernadas por el PP de hacer rebajas fiscales y descoloca totalmente la estrategia del Gobierno de Sánchez de hacer precisamente todo lo contrario, eso sí, añadiendo la coletilla preferida de UPodemos de que se suban los impuestos sólo a los ricos. No obstante, ante el poco éxito de lo que propone Sánchez, su Gobierno se resigna a que los barones socialistas, que antes que él también han de enfrentarse a las urnas en sus demarcaciones, entren en la carrera fiscal de ver quién da más ya que es “periodo electoral” y, obviamente, hay inquietud ante la ofensiva del PP, mientras Hacienda, empeñada en su voracidad recaudatoria a pesar de que con la inflación está ingresando mucho más de lo previsto, sigue defendiendo que bajar los impuestos supone vaciar de recursos al Estado en un momento de crisis, perjudicando obviamente los servicios públicos, como la sanidad y la educación, pero olvidando que perjudicando también los chiringuitos y gastos superfluos que, entre otras cosas, permiten sostener la sobredimensión de un Gobierno con excesivos ministerios y no menos altos cargos, asesores y personal de confianza sin plantearse en tiempos de crisis reducirlos al mínimo. Lo cierto es que, acertada o equivocadamente, las CCAA gobernadas por el PSOE desarbolan la estrategia fiscal de Sánchez de recaudar más para garantizar los servicios básicos ya que la presión del PP para que se bajen los impuestos arrastra a los socialistas y no sólo en la Comunidad Valenciana, donde Puig ha decidido cambiar de estrategia sin pactarlo con Moncloa, sino también en Navarra y Canarias, que apuestan por reducir el IRPF, mientras Aragón y Extremadura lo están estudiando, y mientras el Gobierno de Sánchez sigue anunciando subidas selectivas a las rentas más altas en el IRPF y Sociedades, y descarta recortes como los que, junto a CCAA gobernadas por el PP, defiende ahora Ximo Puig, aunque parece ser que semejante empecinamiento apunta a cierta caducidad ya que Hacienda, tras la guerra con las CCAA de uno u otro signo político, ultima ahora y prepara una rebaja fiscal exprés pero sólo para las rentas bajas, sin tener claro si será “selectiva o general”, mientras la Vicepresidenta Calviño manifiesta que el Ejecutivo va a hacer lo que esté a su “alcance” para aliviar la crisis y, por su parte, Feijóo reclama al Presidente que reduzca “ya” los impuestos a las rentas más bajas como él viene proponiendo, al igual que rebajar el IVA a una serie de productos alimentarios básicos para que puedan ser más asequibles a las familias. Todo apunta a que esta guerra fiscal entre PP y PSOE va a dar un giro y si hasta ahora se reducía al dilema de bajar o subir impuestos, ahora, claudicando el Gobierno a que se bajen, contra lo que quiere Podemos, el debate se centrará en qué tramos de renta habrán de aplicarse ya que bajándolos a todos también se beneficiarían quienes tienen rentas altas, tal como ha sucedido con los beneficios a los carburantes que han beneficiado por igual al propietario de una furgoneta o de un Ferrari. En fin, el caso es mantener un debate demagógico e incoherente para ver quien se lleva el gato al agua en las urnas. Y mientras el socialista Fernández Vara reclama “un mínimo estatal” para el impuesto de patrimonio y reivindica Extremadura como polo de inversiones, Ayuso dice que “le guste o no a Sánchez, seguiré bajando impuestos” y que “todos los anuncios de este Gobierno tienen consecuencias nefastas para la Comunidad”. Entretanto el PP rompe el cordón sanitario que Sánchez logró en época de Rajoy y Génova se acerca a..... (sigue leyendo en Blog Mi punto de vista, http://jorgecremades.blogspot.com.es/)

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