lunes, 1 de febrero de 2021

Y LOS DELINCUENTES, EN CAMPAÑA ELECTORAL

                             Decidido definitivamente por la Justicia que las elecciones en Cataluña se celebren el 14-F, lo que desbarata los planes de retrasarlas de los soberanistas catalanes, se inicia formalmente la campaña electoral en la que Illa se estrena con un mitin virtual para dar el pistoletazo de salida junto a Pedro Sánchez, mientras la Generalitat, contra los criterios de la Justicia y desobedeciendo a la Fiscalía, decide sacar de la cárcel a los presos del “procés” para que se lancen a hacer campaña pidiendo amnistía y amenazando con volver a repetir los hechos por los que están condenados. En efecto, la Generalitat, en la víspera del inicio de la campaña electoral, concede el tercer grado a los delincuentes soberanistas, condenados por sedición, entre otros delitos, y les mete en campaña electoral con el objetivo de contrarrestar el controvertido “efecto Illa”, que veremos a ver qué recorrido tiene, pues, en caso de fracaso, supondría un primer revés serio para Sánchez, quien se volcó con su candidato en el inicio de campaña al igual que Casado y Arrimadas hicieron con los suyos, en este caso, para presionar al PSOE. No en vano Sánchez se juega su blindaje en La Moncloa, pues el “efecto Illa” esconde la idea de forjar un tripartito nacional, catalán y vasco, con lo que los separatistas, en los que se apoya el Presidente del Gobierno, serían la muleta de Sánchez para esta legislatura y la próxima, dadas las tendencias electorales de los españoles casi inamovibles con la situación actual. Así las cosas, los delincuentes secesionistas se meten de pleno en la campaña electoral catalana y literalmente pasan de la cárcel al mitin por obra y gracia de la Generalitat y se apoderan del protagonismo de la misma a la espera de la Fiscalía, con lo que el independentismo exhibe a sus líderes excarcelados, quienes avisan al Estado, contra el que atentaron, de que lo “volverán a hacer” para presionar al PSC y neutralizar el “efecto Illa”. Así, con toda desfachatez, los delincuentes excarcelados, convencidos de su impunidad, dejan bien claras sus intenciones: “lo volveremos a hacer, obedeciendo siempre a nuestra conciencia frente a las leyes injustas”, dice Cuixart; “nos tienen miedo, no quieren que hablemos, aunque nos encierren en las cárceles, este país ganará”, dice Junqueras; “hagan lo que hagan la Fiscalía o el TS, nosotros seguiremos luchando por el reconocimiento de la amnistía” dice Jordi Sánchez. Ya ven, se rigen por sus propias conciencias, no por la legalidad democrática vigente y, por tanto, lo que no se ajuste a sus conciencias son “leyes injustas”, lo que a todas luces haría imposible cualquier tipo de convivencia pacífica; y mienten descaradamente al decir que no queremos que hablen y por ello los encerramos en las cárceles, pues lo que no queremos es que delincan y, al efecto, se les mete en la cárcel por los delitos cometidos, como a cualquier otro delincuente, y no por lo que piensen o digan….por tanto, nada que objetar a que sigan luchando por el reconocimiento de la amnistía o lo que consideren oportuno, pero, eso sí, dentro del marco legal vigente que, en estos momentos, les sitúa (o debiera situarles) en prisión por sus graves delitos cometidos. En definitiva, chulería, toda; arrepentimiento, ninguno…..eso sí, desde la absurda e indecente libertad graciosamente otorgada por la Generalitat, gobernada por ellos mismos, que actúa al margen de la Justicia en muchas ocasiones. Y, mientras los insumisos dicen “no iré a la mesa electoral, vulnera mi derecho a la salud” y Pere Aragonés inaugura la campaña de ERC con un mitin junto a los delincuentes Junqueras y Romeva, Junts per Catalunya asegura que declarará la independencia catalana si el secesionismo obtiene más del 50% de los votos. Ya ven, más de lo mismo, en tanto que la encuesta del “CIS catalán” contradice a la de Tezanos, que otorgaba un indiscutible triunfo de Illa, y prevé un empate técnico entre ERC y JxCat, con lo que la irrupción de los presos del procés en semilibertad podría poner en peligro el ansiado “efecto Illa” para el PSC que quedaría en tercer lugar. Al parecer, los catalanes no están dispuestos a restablecer en Cataluña de forma clara y contundente las bases sólidas para el restablecimiento de la democracia con todas las consecuencias, lo que debiera empezar con que las instituciones gubernamentales se plegaran no ya a la democracia sino al sentido común….y no parece que..... (sigue leyendo en Blog Mi punto de vista, http://jorgecremades.blogspot.com.es/)

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