jueves, 18 de febrero de 2021

¡BASTA YA!

                         Las reacciones callejeras violentas contra el cumplimiento de la orden de detención del rapero Hasél, atrincherado con unas 250 personas en la Universidad de Lérida tras su condena judicial por la  comisión de delitos de enaltecimiento del terrorismo e injurias a la Corona, pone de manifiesto que España no puede seguir por estos derroteros de violencia y desacato a la Justicia ni un minuto más. ¡Basta ya de mentiras y cinismos para saltarse a la torera el democrático Estado de Derecho que los españoles nos hemos dado! Un Estado de Derecho que, como tal, tiene como esencia fundamental el respeto a la Ley y al Orden Constitucional, prostituido demasiadas veces en nombre de inventadas libertades o deformaciones de derechos no contemplados en nuestro ordenamiento jurídico, y que requiere en primer lugar el acatamiento de las sentencias judiciales, dictadas con todas las garantías procesales y de acuerdo con la legalidad vigente en cada momento. Y si dichas leyes vigentes se consideran confusas, difusas, contradictorias o inconvenientes por la mayoría de los ciudadanos, cámbiense, que para eso está el Poder Legislativo, pero mientras no se cambien han de cumplirse a rajatabla y es el Gobierno, el Poder Ejecutivo, quien ha de garantizar que así sea…..al final, todo lo contrario de lo que sucede en España. Hasél, contra lo que dicen algunos incluso desde el propio Gobierno de coalición (lo que ya es insólito y deplorable), no es condenado por escribir y cantar canciones, ni es secuestrado violentamente por las fuerzas de orden público de un Estado represor que no ampara la libertad de expresión, ni es encarcelado por sentencias desmesuradas y desproporcionadas con arreglo a los delitos cometidos. Hasél, sencillamente es condenado por cometer delitos probados, tipificados en el Código Penal, como el de enaltecimiento del terror e injurias a la Corona, bien sea en sus canciones o en su discurso habitual, pretendiendo ampararse en una especie de libertad de expresión infinita inexistente en cualquier democrático Estado de Derecho, incluido el nuestro; es conducido a la cárcel, que no secuestrado, en virtud de la fuerza y no de la violencia que la Constitución otorga en exclusiva a las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado, porque él no acata la sentencia y de forma violenta, él sí, se atrinchera para saltársela a la torera junto a otros violentos como él para impedir violentamente su ingreso en prisión; y es encarcelado no por desmesura alguna entre la proporción de la pena impuesta, nueve meses (por dicha pena de privación de libertad nadie suele entrar en prisión), y los delitos probados en sede judicial, sino porque ya es reincidente y arrastra otras condenas anteriores y ya se sabe que la reincidencia penaliza obviamente los comportamientos delictivos. ¡Basta ya pues de engañar a la gente con milongas para justificar los graves altercados en varias ciudades, especialmente en Cataluña, por la prisión del rapero, quien, no conforme con los destrozos causados, señala que PSOE y UPodemos son “cómplices directos” de su situación, a pesar de que Echenique, el portavoz podemita en el Congreso, en plena ola de violencia, alienta las protestas manifestando, cínica e indecentemente, todo su “apoyo a los jóvenes antifascistas que están pidiendo justicia y libertad de expresión”, mientras éstos se...... (sigue leyendo en Blog Mi punto de vista, http://jorgecremades.blogspot.com.es/)

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