lunes, 15 de febrero de 2021

GANÓ LA ABSTENCIÓN, PERDIÓ LA DEMOCRACIA

                         Con la mitad de los catalanes en casa y la otra mitad en las urnas se votó en Cataluña en condiciones excepcionales y, obviamente, ganó la abstención pues sólo votó el 53´4% de los ciudadanos (25 puntos menos que en 2017 en que votó el 79%) en medio de un aluvión de excusas para no formar parte de las mesas electorales, con lo que inevitablemente perdió la democracia. Los resultados, que no dejan lugar a dudas, han sido los siguientes: PSC 23% de votos y 33 escaños (16 más que en 2017), ERC 21´3% y 33 (+1), Junts 20´1% y 32 (-2), Vox 7´7% y 11 (+11), CUP 6´7% y 9 (+5), En Comú Podem 6´9% y 8 (=), Ciudadanos 5´6% y 6 (-30), y PP 3´9% y 3 (-1). Además, gracias al voto más movilizado y concienciado del secesionismo (la abstención siempre favorece a las opciones más activistas, que se desmovilizan menos), la opción independentista se refuerza pese a la victoria histórica del PSC (ni Maragall había logrado ser primera fuerza en votos y escaños) pues los independentistas (CUP, ERC, JxCat y PDCat, éste no consigue escaño) suman un 51% de votos y 74 escaños, frente al 47´5% y los 70 de 2017, frente a los constitucionalistas (PSC, ECP, Ciudadanos, PP y Vox) que alcanzan el 48´2% y 61, frente al 51´2% y los 65 actuales. También cabe destacar que en el mundo secesionista ERC es el partido más votado del nacionalismo por primera vez desde 1936, ganándole el pulso a JxCat, y que, en el mundo constitucionalista, tras la victoria del PSC, Vox irrumpe como cuarta fuerza política con once escaños en el Parlament y hunde a PP y Ciudadanos, especialmente a los naranjas que se dan un batacazo morrocotudo al perder nada menos que treinta escaños y pasar de ser primera a penúltima fuerza política en Cataluña. Por tanto, el codiciado “efecto Illa” le ha funcionado relativamente a Sánchez (era de esperar con el relevo del amortizado Iceta y el declive de los de Arrimadas) pues ERC, Junts y la CUP están en condiciones de reeditar un Govern secesionista, tan inútil y obsoleto como el actual, si tenemos en cuenta que, en plena campaña, decidieron suscribir un documento de “cordón sanitario” a Illa, quien, por otro lado, prometía que no negociaría ni gobernaría con los separatistas, aunque no vendría nada mal al presidente Sánchez un acuerdo PSC-ERC-ECP, el tripartito que daría estabilidad tanto al Gobierno central como al Govern autonómico. Illa, no obstante, asegura que está legitimado para presentarse a la investidura y anuncia precipitadamente que lo hará, mientras Aragonés, que no renunciará a la presidencia del Govern tras “sorpassar” a Junts, quiere un “frente amplio” y su jefe, Junqueras, a quien Fiscalía pedirá volver a la cárcel tras los comicios (sólo en este país se concibe dejar salir a los políticos presos para que hagan campaña electoral en libertad), presiona con el ilegal referéndum catalán de autodeterminación tras superar el secesionismo el 50% de los votos (si ya lo hacía cuando no lo superaban, imagínense ahora). En definitiva, con los resultados en la mano y a la espera de negociaciones para gobernar, podríamos concluir que gana el PSC, gana Illa, pero manda ERC, manda Junqueras y compañía, pese al éxito indiscutible de los socialistas, mientras PP y Ciudadanos, “sorpassados” por Vox, quedan inmersos en una grave crisis que habrán de afrontar en el futuro inmediato. Atrás quedan las promesas electorales, el “pacto anti-Illa”, los vetos y los bloqueos, la pugna ERC-Junts o PP-Cs-Vox (batallas parciales de trascendencia relativa)…..ahora toca...... (sigue leyendo en Blog Mi punto de vista, http://jorgecremades.blogspot.com.es/)

 

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