Puestos a tragar con lo
que sea con tal de que Sánchez sea, por fin, investido como Presidente del
Gobierno, no extraña que, tras el primer contacto al efecto entre PSOE y ERC,
los negociadores digan que han detectado “puntos de encuentro” y decidan seguir
negociando, por más que Esquerra haga el paripé y, de momento, siga manteniendo
su “no” a la investidura, emplazándose ambos a un segundo encuentro para el
martes. La esperanza de Sánchez de ser investido para presidir ese gobierno de
coalición con Pablo Iglesias, a costa de lo que sea y con quien sea, queda en
pie, pues, no en vano, el PSC de Iceta, verdadero muñidor de la errática
ambigüedad calculada del socialismo con el secesionismo, avala las desbordadas
apetencias del Presidente en funciones y da por hecha la abstención de los
republicanos con quienes en Cataluña se entiende a las mil maravillas al igual
que con Podemos. Ni siquiera importa el descrédito que Sánchez pueda seguir
acumulando con su ya patológico “donde dije digo, digo Diego” y con la escasa
validez de su palabra, si tenemos en cuenta que, además de todo lo que dijo en
campaña contra ese gobierno de coalición con Podemos que le exigía Iglesias, al
extremo de llegar a la conclusión de que le quitaría el sueño, prometió en
abril a los españoles, incluidos los catalanes, de forma contundente y tajante
“no quiero que descanse la estabilidad ni la gobernabilidad de este país en
manos de las fuerzas independentistas”; la misma validez de su palabra que
cuando en junio aseguró a todos los españoles, incluidos los vascos, que “el
PSN y el PSOE tenemos la misma posición, y es que con Bildu no se acuerda
nada”, para encontrarnos ahora con su compañera navarra, Chivite, negociando
directamente con los abertzales para que le sigan prestando el apoyo y, al
efecto, atienden sus demandas en política penitenciaria, paralización de
infraestructuras y capacidad de gestión presupuestaria, mientras el PNV abre otro
frente soberanista en el País Vasco; en definitiva, la misma validez de su ya
antológica serie de rectificaciones permanentes en otros tantos asuntos que, de
seguir así, ya le hacen merecedor por su errática trayectoria de que se le
aplique aquella famosa frase de Groucho Marx “estos son mis principios, si no
le gustan….tengo otros”. En efecto, contra todo lo dicho y prometido por
Sánchez y sus colegas más íntimos, ahora ya no le importa buscar ansiosamente
el reprobado “gobierno de coalición”, ni que la estabilidad y gobernabilidad de
nuestro país descanse en el independentismo, ni que se negocie con Bildu…. ni
lo que haga falta; su investidura está por encima de cualquier otra
consideración, incluida la del futuro de nuestro país y el de todos los
españoles. El riesgo de pasar a la historia como el único Presidente jamás
investido le causa pavor. No extraña pues, dada tanta incoherencia indecente,
que, por otro lado, Carmen Calvo advierta a ERC de que los socialistas no
negociaran la autodeterminación, mientras este PSOE sanchista ensalza los
“puntos de encuentro” con ellos, que siguen con su estratégico “no” a la
investidura; ni extraña que ahora los sanchistas propongan un “entendimiento
institucional” para resolver “el conflicto político”; ni que los secesionistas
exijan un “calendario” y “garantías” para culminar el “procés”…… Dado el
supremo interés de la investidura de Sánchez, cuya ambición conocen muy bien, y
el estratégico interés de los secesionistas por tener un Gobierno débil en
España presidido por un “Sánchez derrotado”, como ellos mismos dicen, es
cuestión de tiempo que la investidura llegue a buen término….el tiempo
necesario para que..... (sigue leyendo en Blog Mi punto de vista,
http://jorgecremades.blogspot.com.es/).
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