domingo, 8 de diciembre de 2019

ABOLIR EL RÉGIMEN DEL 78

                        Con no poca preocupación se ha celebrado el 41º aniversario de la Constitución Española, cuya vigencia nos ha hecho disfrutar del más largo y mayor periodo de paz, progreso y libertad de toda la Historia de España. Un aniversario triste, agridulce, en el Congreso (única institución con capacidad democrática para reformarla con las mayorías cualificadas establecidas) con un gobierno en funciones, tras año y medio de haber prosperado una moción de censura, con el Hemiciclo más fragmentado de toda la Democracia, con los partidos en plena guerra abierta incluso en temas de Estado y con nacionalistas, populistas y separatistas atacándola con más fuerza que nunca, en tanto que todo apunta a que es en estos partidos liberticidas en los que Pedro Sánchez ha depositado toda su esperanza de ser finalmente investido presidente al haberlos elegido como socios. Preocupación e inquietud pues, no en vano, ya que todos ellos quieren abolir y finiquitar lo que llaman despectivamente “el régimen del 78” recogido en nuestra Carta Magna, en vez de proponer las reformas modernizadoras que crean necesarias de forma sosegada como mandan los cánones democráticos para concitar paulatinamente las mayorías cualificadas en el soberano pueblo español requeridas al respecto y recogidas en su articulado, y prefieren utilizar atajos totalitarios cuando la Constitución, como todas las de nuestros vecinos, no es inamovible y pétrea, precisamente para evitar no tener que ser zarandeada a capricho de unos pocos, sino, en todo caso, reformada por cualificadas mayorías del pueblo español.  Pero los socios de Sánchez de cara a la investidura y al previsible gobierno de coalición PSOE-UPodemos no están dispuestos a tan larga espera para que sus deseos reformistas (yo diría abolicionistas) prosperen por cauces democráticos, que no son fáciles de conseguir (como en las demás Constituciones), sino que apuestan a imponerlas mediante atajos usurpando la soberanía que reside en todo el pueblo español y no en una parte del mismo. ¿Recuerdan aquello de “el cielo no se toma por consenso, sino por asalto” que decía Iglesias? En efecto, aunque hoy Podemos ande mostrando por conveniencia su patita de cordero para auparse al Gobierno, como producto de tamaña irresponsabilidad, nos encontramos con que, aunque Sánchez afirme que el acuerdo con ERC será “público y dentro de la legalidad democrática” (¡faltaría más!), mal asunto cuando hay que aclarar lo obvio, y lo dé ya por hecho, irritando con ello a los republicanos catalanes, su socio Rufián y portavoz de ERC, plantará al Rey, que es el Jefe del Estado, en su ronda de consultas precisamente para conocer las mayorías que puedan sacar la investidura adelante cuando su concurso es crucial para proponer con cierta solvencia al candidato a optar a la misma. Es decir, de la lista de 19 portavoces parlamentarios entregada por Maritxell Batet al Rey, buena parte de los socios de Sánchez, quien defiende el “pacto entre diferentes” (diferentes sí, pero no opuestos radicalmente y menos aún en términos democráticos), plantarán al Jefe del Estado y no acudirán a la consulta; al contrario, con manifiesto desprecio a la Constitución en su aniversario, ERC la califica de “franquista” y llama a “tumbar al régimen del 78”, el BNG de “antidemocrática” y el PNV la acusa de que “hace agua”….y, mientras los separatistas exigen que se superen los “límites” de la Carta Magna, es decir, que se actúe antidemocráticamente, los CDR queman ejemplares de la misma e intentan sabotear un acto de la Sociedad Civil para que permanezca amordazada ante semejantes amenazas. Estas son las..... (sigue leyendo en Blog Mi punto de vista, http://jorgecremades.blogspot.com.es/). 

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