miércoles, 23 de octubre de 2019

MENTIRAS PELIGROSAS

                        Cuando se vierten mentiras reiterada y contundentemente sin que recíprocamente nadie las desmienta de forma reiterada y contundente en cada uno de los momentos en que se producen, se corre el riesgo de que dichas mentiras calen como verdades indiscutibles entre el común de los mortales y de que, convertidas en mentiras peligrosas, distorsionen la realidad de tal forma que para muchos sea casi imposible reconocerla y, por tanto, hacer muy complicado actuar sobre ella con sentido común para mejorarla de forma sensata y razonable. Son mentiras peligrosas, instaladas intencionadamente en la sociedad, sobre las que se construye un demagógico entramado ideológico-político para justificar cínicamente lo injustificable y así recabar el respaldo de buen número de ciudadanos que de buena fe asimilan semejantes falsedades como realidades indiscutidas e indiscutibles. Es lo que sucede, por ejemplo, en Cataluña, que jamás tuvo rango histórico de Estado independiente, pero que utilizan para justificar la pretendida secesión de España, donde ni cabe el derecho de autodeterminación, acotado para situaciones coloniales o, en todo caso, para poblaciones sometidas a regímenes dictatoriales, que no es el caso; ni cabe el manido e inexistente “derecho a decidir”, ilimitado e infinito, cuando universalmente queda limitado en todas las democracias a las reglas de juego constitucionales establecidas, y los catalanes, como el resto de españoles, lo ejercieron obviamente en el referéndum para aprobar la Constitución y lo siguen ejerciendo en cada uno de los comicios generales, autonómicos o locales que periódicamente se convocan; ni existe un Estado represor, España, del que Cataluña forma parte desde hace siglos, donde se goza de grandes cotas de libertad y autogobierno, casi similares a los modelos de Estados Federales; ni existen presos políticos por sus ideas, sino políticos presos por haber cometido delitos de distinta índole y gravedad; ni una España que les roba, cuando los ladrones están precisamente entre los gobernantes que venden semejante embuste…. En definitiva, una serie de mentiras peligrosas, inculcadas a una parte de los catalanes y no a todo el pueblo (aunque los propagadores hablen en nombre del mismo en su totalidad), que finalmente están provocando la fractura de la sociedad catalana y de la convivencia en paz y libertad, como se ha evidenciado en estos pasados días con escenarios de guerrilla urbana en las calles de Barcelona, donde la violencia ha campado a sus anchas y el pillaje en las tiendas y los destrozos de todo tipo han sido moneda común durante toda una semana (y las que vendrán si no se pone remedio lo antes posible). Y todo ello sustentado en el rechazo a una sentencia del Tribunal Supremo, que los promotores de la barbarie consideran venganza en vez de justicia (otra mentira peligrosa), mientras ya hay partidos políticos que se plantean amnistías, indultos y desorbitados beneficios penitenciarios para los políticos presos que han cometido los graves delitos probados de sedición, malversación de caudales y desobediencia, cuando su obligación, como gobernantes y líderes sociales, debiera ser precisamente perseguir y denunciar a quienes en un Estado de Derecho Democrático cometen semejantes desmanes. Al final, si estas graves...... (sigue leyendo en Blog Mi punto de vista, http://jorgecremades.blogspot.com.es/)

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