Pendientes de conformar
un gobierno estable para España, varios gobiernos autonómicos y miles de
gobiernos locales, nuestros políticos dan rienda suelta al postureo, al cinismo
y a la demagogia para intentar con ello convencernos de que los pactos
gubernamentales que pretenden es lo más conveniente y acertado, aunque para
nada se corresponda con lo que dijeron y prometieron en la campaña electoral.
Se trata de que aceptemos ahora, con el menor rechazo posible, aquellos pactos,
algunos antinatura y otros incomprensibles, que en campaña dijeron que jamás
harían, o la trasgresión de promesas, meramente electoralistas, que inspiraron
nuestra decisión a la hora de votar, cuando su verdadera motivación es
conseguir el poder, sea como sea, y, por tanto, arrebatárselo al contrincante
político, ya sea dentro o fuera del mismo bloque ideológico en términos de
izquierda-derecha, de radicalismo-moderación o de
secesionismo-constitucionalismo. Mero postureo, cínico y demagógico, cuando
sabemos que todo ello es hasta conseguir el objetivo de auparse al poder con
quien sea, como sea y a costa de lo que sea, hasta que después, cuando haya que
dar trigo en vez de predicar, las formas vuelvan de alguna forma a su cauce
normal. Hasta entonces, lo pernicioso o bondadoso de las distintas opciones
político-ideológicas será mero instrumento pragmático para denostar al
contrincante, siendo factible que quienes descalifican opciones de extrema
izquierda como socios no pongan reparos a opciones de extrema derecha y
viceversa. Es más, hasta lo que pueda venderse como pernicioso en un territorio
o lugar, puede venderse como bondadoso en el de al lado, y viceversa, por los
mismos protagonistas del pacto. Y con estos ingredientes inasumibles y en pleno
baile de concejales por errores del recuento, que el propio Gobierno reconoce
aunque niega que sea masivo mientras pide explicaciones a las empresas
encargadas (los más llamativos el cambio de manos de la alcaldía de Ibiza o de
León, junto a otras localidades), el intento de forjar pactos transversales
tras las elecciones agrieta los dos bloques ideológicos, mientras el punto de
mira se extiende a la futura investidura de Sánchez, sobre la que el CIS de
Tezanos ofrece datos falsos en el resumen de su encuesta para favorecerle de
forma descarada, manifestando que la opción preferida de los españoles es un
Gobierno en solitario, como el Presidente desea, cuando el sondeo señala que
los encuestados quieren una coalición PSOE-Podemos, como quiere Iglesias, quien
ahora manifiesta que “los ministerios es lo de menos” y le plantea un programa
económico, que desvela en su intervención en el Círculo de Economía, basado en
la prestación mínima de 600 euros, la semana laboral de 34 horas y más
impuestos…..un órdago en toda regla a Sánchez, aunque da la sensación de ser
mero postureo de cara a la investidura y a los acuerdos territoriales y locales
en curso, ya que Podemos, que ha perdido 12´5 millones por su debacle
electoral, no.... (sigue leyendo en Blog Mi punto de vista,
http://jorgecremades.blogspot.com.es/)
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