miércoles, 24 de abril de 2019

TODOS GANAN, TODOS PIERDEN

                        Es lo que suele pasar tras un debate político televisivo, pues ninguno de los partidos participantes reconoce que su líder perdió, sino que fueron los demás los perdedores, con lo que globalmente todos ganaron y a la vez todos perdieron según de dónde proceda la evaluación al respecto. Y si en vez de un debate hay dos, consecutivos y con los mismos protagonistas, como es el caso, las pérdidas y ganancias se multiplican por partida doble obviamente, con lo que, al final, en vez de hacer especulaciones, mejor quedarse con los titulares de los principales medios, quienes, a su vez, aportarán a la opinión pública su visión, también parcial y sesgada, al respecto. Sobre el primero de los debates: “Sánchez salva el debate y Rivera no logra imponer el tema catalán” (Casado pierde la oportunidad de mejorar las opciones del PP, mientras Iglesias recupera protagonismo y reivindica el valor de la Constitución); “Sánchez naufraga en el primer asalto televisivo” (Rivera gana un debate en TVE en el que logra, con Casado, acorralar al candidato socialista, que no aclara si indultaría a los presos ni si volverá a pactar con los independentistas); “Rivera desafía a Casado y ambos baten a un Sánchez desarbolado” (Sánchez queda al borde del KO en el debate sobre Cataluña y rechaza de nuevo aclarar si indultaría a los presos del procés; Rivera sorprende con una ofensiva para disputar el voto al PP y, mostrando una foto de Rato, dice “su milagro económico está en la cárcel”; Casado opta por un tono sin agresividad, excepto en el tema territorial, manifestando “Sánchez ofrece indultos a cambio de escaños”; e Iglesias, desdibujado, exhibe complicidad con Sánchez y sólo le hostiga cuando le pide que aclare si pactará con Rivera); “Todo al segundo round” (los candidatos evitan el cuerpo a cuerpo en el debate de TVE a la espera de la cita decisiva en Atresmedia; no hubo ganador y no se mencionó de forma explícita a Vox; Casado apuesta por un perfil institucional y cerca al presidente con “¿va a decirnos si indultará a los golpistas”; Sánchez evita debatir y se muestra incómodo con Cataluña, “no puede haber una negación preventiva del indulto”; Rivera se adueña del cara a cara con un tono bronco contra todos y pregunta “¿dimitiría usted si hay condena por los ERE?”; Iglesias blande la Constitución que despreció, adopta perfil serio y exige al PSOE que aclare “si pactará con Ciudadanos”). Y sobre el segundo debate: “Guerra abierta por el liderazgo en la derecha en el último debate” (Casado y Rivera se lanzan a un cuerpo a cuerpo por el voto, mientras Sánchez e Iglesias consolidan su acuerdo y dominan el encuentro); “Sánchez pierde un debate a su medida” (Casado y Rivera se imponen pese a un formato claramente favorable al candidato socialista que dejó aparcadas hasta el final Cataluña y la unidad de España); “La trifulca entre Sánchez y Rivera da vuelo a Casado” (el presidente embarra el debate y anuncia que no quiere acuerdos con Rivera: “yo no he pactado con independentistas, eso es mentira, es una falsedad”; Rivera vuelve a emplear un tono agresivo para atacar a Sánchez y Casado: “no queremos un presidente que nos venda a todos y sea capaz de indultar”; Casado ocupa un espacio más central y carga contra Sánchez por Cataluña: “no se puede blanquear a terroristas y separatistas por un puñado de escaños”; Iglesias evita la bronca y auxilia a Sánchez en su enfrentamiento con Rivera: “a la gente que le vota a usted no le gusta que sea maleducado y tan impertinente”); “Casado crece ante Sánchez” (el líder del PSOE queda desdibujado frente a la presión del bloque de derecha y el papel institucional de Podemos; Casado remonta el primer debate y acorrala al presidente: “es el rehén de los que quieren romper España”; Iglesias mantiene el tono moderado y siembra desconfianza en el PSOE: “cuando gobiernan solos no cumplen”; Sánchez intenta despejar las dudas sobre futuros pactos: “no está en mis planes pactar con Ciudadanos”; Rivera sobreactúa en su ataque contra todos y recurre al “tesisgate” con Sánchez: “le voy a regalar un libro que no ha leído”, entregándole la polémica tesis del Presidente). Así..... (sigue leyendo en Blog Mi punto de vista, http://jorgecremades.blogspot.com.es/)

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