sábado, 27 de abril de 2019

LA HORA DE LA VERDAD, A VOTAR

                        En un clima de extrema polarización político-ideológica, con la mayor fragmentación histórica de oferta político-partidaria (cinco partidos de ámbito nacional, que abarcan todo el abanico ideológico desde la extrema izquierda a la extrema derecha), con una patente y potente rebelión separatista contra el orden constitucional, que puede condicionar la estabilidad gubernamental de España, y con la amenaza de una cierta recesión económica europea, que para nuestro país sería nefasta, finaliza una campaña electoral de elecciones generales (y autonómicas en la Comunidad Valenciana), que serán decisivas, esta vez más que nunca, para el incierto futuro inmediato de todos los españoles. En efecto, no pocas circunstancias hacen que estas elecciones, las más imprevisibles de nuestra democracia, se conviertan en una experiencia única y novedosa, no ya por la incertidumbre de resultados que vaticinan las encuestas, sino además por el contexto histórico en que se producen tras el turbulento recorrido de la anterior legislatura, fracturada mediante una exitosa moción de censura al débil gobierno de centro-derecha surgido de las urnas (apoyado por 137 escaños) para dar paso a otro gobierno coyuntural de signo ideológico contrario más débil aún (apoyado por 84 diputados), que finalmente se ha visto obligado por sus propios valedores a hacer este adelanto electoral de imprevisibles consecuencias tras rechazarle los Presupuestos que, al menos, le hubiera permitido acabar la legislatura. La liquidación definitiva del bipartidismo, que ha dado estabilidad gubernamental durante las últimas décadas, la mayor fragmentación de la derecha con la aparición exitosa de Vox, su versión más radical, en la escena política, la previsible concentración del voto útil en torno al gubernamental PSOE frente a UPodemos, que se aleja del pretendido “sorpasso” de las últimas elecciones, y el protagonismo e influencia del radical secesionismo totalitario en la conformación de este gobierno surgido de la moción de censura, son ingredientes esenciales que, sin duda, condicionarán, para bien o para mal, el resultado final de estas elecciones, al igual que han condicionado la campaña electoral que hoy termina. Atrás quedan las estrategias y tácticas electorales, las promesas programáticas más o menos creíbles, los debates reales o inventados, las acusaciones verdaderas o falsas, los insultos y conatos de violencia a determinados candidatos por parte de los intransigentes, las verdades y mentiras a medias, la apelación al voto útil o al voto del miedo, los errores y aciertos de los candidatos, las ambigüedades calculadas….. Ahora llega la hora de la verdad, la hora de votar, elemento esencial de la democracia; votar con total libertad según el criterio personal de cada ciudadano y bajo su responsabilidad individual del conocimiento de causa que cada quien haya querido obtener para hacerlo con el menor error posible; votar dentro del marco democrático legal constituido y no al libre albedrío como algunos pretenden para después no acatar los resultados; votar con la razón o con el corazón, pero votar, para que, al menos, nadie..... (sigue leyendo en Blog Mi punto de vista, http://jorgecremades.blogspot.com.es/)

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