Tras
la decisión de la Junta Electoral de desautorizar la pretensión de Sánchez de
hacer un único debate a cinco en Atresmedia con Vox incluido, se genera un
absurdo y esperpéntico debate sobre el debate, eso sí, descartando sine die el
“cara a cara” que los ciudadanos hubieran preferido. En efecto, no conforme
Sánchez con la lógica decisión de la Junta, se ve obligado a acatarla, pero
intenta torpedear la decisión cambiando sus exigencias, imponiendo que el único
formato “a cuatro” sea en TVE y el martes, cuando ya estaba comprometido con
Atresmedia y, como si fuera el puto amo, la corporación pública acepta sus
exigencias e insta al resto de formaciones a amoldarse al acuerdo, mientras
éstas mantienen su pacto con la cadena privada, aunque se prestan a otro debate
en la pública en el día anterior. En efecto, Casado, Rivera e Iglesias aceptan
un segundo enfrentamiento aunque sea al día siguiente; pero Sánchez, que se ha
metido en un morrocotudo lío, poniendo en riesgo su estrategia de campaña de
perfil bajo (si todas las encuestas le dan ganador lo mejor es “no menealla”,
vaya a ser que metamos la pata), se sigue escondiendo y sólo acepta debatir en
RTVE, rompiendo su compromiso con Atresmedia, que mantiene el debate con
Casado, Iglesias y Rivera, con lo que, además del ya abortado “cara a cara”,
queda en el aire también el debate a cuatro, provocando una crisis en
televisión, ya que la oposición y los trabajadores rechazan el cambio impuesto
por Sánchez, cuyas absurdas tretas para no debatir, indignan a PP, Ciudadanos y
Podemos, provocando su maniobra de elegir ahora sólo RTVE una amenaza de plante
de los tres partidos y una gran protesta en el Ente Público contra Rosa María
Mateo, puesta a dedo por Sánchez al frente del mismo, a la que los trabajadores
acusan de plegarse a Moncloa al programarlo el mismo día que el de Atresmedia,
mientras el líder socialista rechaza ir a dos debates (lo suyo es que la
campaña pase desapercibida y cuanto antes) y carga contra la Junta por excluir
a Vox (su carnaza para reducir el debate al “voto del miedo”), cuando los
partidos extraparlamentarios o con menos del 5% de votos en elecciones de
ámbito nacional jamás participaron. La lógica indignación por la manipulación
de Sánchez, forzando a la cúpula a cambiar la fecha al martes 23, subleva a los
trabajadores, mientras Casado, Rivera e Iglesias denuncian la
instrumentalización del Ente para beneficio propio y mantienen su debate en
Atresmedia, poniéndose en riesgo la celebración de cualquier debate. Pero,
finalmente, una vez más y como siempre ha hecho desde que le catapultaron al
poder, Pedro Sánchez, rectifica y acepta dos debates “a cuatro” en días consecutivos,
el lunes 22 en TVE y el martes 23 en Atresmedia, algo insólito en nuestra
democracia, arriesgando así su estrategia de campaña al verse obligado a ir a
los dos debates, pues no hacerlo hubiera sido mucho peor; una vez más, el
clamor en su contra le hace rectificar y aceptar sendas citas “a cuatro”,
obligándole a abandonar el perfil bajo de campaña, que pretendía mantener hasta
el 28-A, y confrontar con sus rivales sin Vox de por medio. Ciudadanos pide que..... (sigue leyendo en Blog Mi punto de vista,
http://jorgecremades.blogspot.com.es/)
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