miércoles, 9 de enero de 2019

LÍNEAS ROJAS Y CORDONES SANITARIOS

                        La gobernabilidad de Andalucía, la estabilidad del Gobierno de Sánchez y el “procés” independentista ponen en evidencia el uso torticero que hacen nuestros políticos en general sobre “las líneas rojas” y los “cordones sanitarios” con meros intereses electoralistas y no con profundas convicciones de fortalecer la democracia. Cabe pues aclarar, para que nadie se lleve a engaño, que en términos democráticos ni caben previas y genéricas líneas rojas ni cordones sanitarios contra ninguno de los partidos legalmente constituidos, dado que, tras comparecer en las elecciones, tanto sus programas como sus escaños tienen idéntico valor democrático y quedan a expensas exclusivamente del juego de mayorías parlamentarias o no para convertir las propuestas en leyes o rechazarlas políticamente por razones ideológicas. Sin embargo, sí caben líneas rojas y cordones sanitarios en términos democráticos cuando se toman decisiones gubernamentales desde las instituciones contraviniendo la legalidad vigente o atentando contra los derechos humanos avalados por la Constitución, pero jamás contra las propuestas al respecto por anticonstitucionales que sean siempre que el procedimiento para convertirlas en mayoritarias con aspiración de convertirlas en leyes sea constitucionalmente contemplado y no contra lo establecido, requiriendo obviamente una previa reforma constitucional para darles legitimidad democrática. Cuestión distinta son las líneas rojas, que no los cordones sanitarios, en términos políticos a propuestas programáticas o proyectos ideológicamente antagónicos, que, en todo caso, si no se establecieran afectaría estrictamente a la credibilidad del partido o partidos afectados ante sus electores que son siempre quienes tienen la última palabra en democracia. Por tanto, ni caben líneas rojas contra los diputados de extrema izquierda o extrema derecha, ni contra los secesionistas o populistas, ni caben cordones sanitarios contra los partidos que les presentaron para representar a los ciudadanos españoles, pues una vez conseguidos los escaños todos han de tener idéntica legitimidad democrática y todos representan por igual al pueblo español, al margen de que sus opciones sean mayoritarias o minoritarias. Sí caben líneas rojas, que no cordones sanitarios, tanto democráticas como políticas, a propuestas claramente antidemocráticas, a decisiones gubernamentales anticonstitucionales o a procedimientos ilegítimos no establecidos en la Constitución que atentan contra la solidez de la democracia. Dicho lo anterior, ni procede la previa negativa de Ciudadanos a sentarse a dialogar con Vox para conformar un pacto de gobierno en Andalucía, ni procede el mantenimiento del diálogo por parte del Gobierno de España con el secesionismo radical sin previa renuncia a actuar al margen de la legalidad democrática establecida cuando el Govern de la Generalitat exige reiteradamente que el Gobierno de España actúe de forma ilegal para garantizarle sus totalitarios objetivos a cambio de su apoyo. Sí procede que..... (sigue leyendo en Blog Mi punto de vista, http://jorgecremades.blogspot.com.es/)

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