Tras la euforia inicial
de PP, Cs y Vox, y el lógico descontento de PSOE y Podemos a causa de los
resultados electorales andaluces, se impone una realidad tozuda pues, tanto a
unos como a otros, les obliga a tomar decisiones no siempre agradables, ya que,
al no obtener nadie mayoría suficiente, les obliga a optar entre las diversas
posibilidades de pactos de gobierno si no se quiere volver a repetir elecciones
para no quedar como responsables de la ingobernabilidad. Y es que la irrupción
de Vox y la ya presencia en la Cámara andaluza de Podemos, las dos opciones
radicales de extrema derecha y de extrema izquierda, complica los pactos
mayoritarios de opciones moderadas entre PSOE, PP y Cs, que quieren mantener su
apariencia de anticontaminación frente a los extremismos, mientras son
incapaces entre ellos de buscar un proyecto mayoritario de gobierno dejando a
Vox y Podemos al margen del mismo. De entrada, la presión de Vox abre fisuras
considerables en PP y Ciudadanos, pues ambos se enfrentan a críticas internas,
aunque públicamente utilizan distinto tono ante las lógicas exigencias de
Abascal, que, de entrada, se niega a ser ninguneado por Casado y Rivera. Y como
señuelo principal de la discordia, la violencia de género, utilizada por unos y
otros como arma política arrojadiza. Vox pide la abolición de las medidas
contra la violencia machista, alegando que quiebran la igualdad de sexos, y el
PP le ofrece dar ayudas tanto a hombres como a mujeres por la violencia
doméstica, planteando ampliar la cobertura a todas las víctimas (incluidos
niños, ancianos y varones agredidos por mujeres), mientras Ciudadanos se niega
a cambiar lo firmado con el PP, por lo que Casado sitúa el asunto fuera del
pacto con Rivera y ofrece negociarlo tras la investidura……y por su parte PSOE y
Podemos ponen el grito en el cielo porque se intente pactar con la “extrema
derecha”. Un laberinto político andaluz de difícil salida con todos los
partidos mirando de reojo a los próximos comicios europeos, autonómicos y
locales (y quién sabe si también generales) a celebrar en 2019. No obstante, PP
y Cs, mantienen sonrientes sus contactos para abordar la estructura del nuevo
Gobierno de Andalucía, olvidando los problemones que les está causando Vox ya
que descartan que fuerce otras elecciones y creen que Abascal va de “farol”,
mientras Susana Díaz, cuyo gobierno no activó la comisión para combatir el
maltrato a la mujer, aprovecha lógicamente la crisis y anuncia que se
presentará a la investidura al haber sido su candidatura la más votada. Y
mientras Casado se acerca al discurso de Vox para neutralizarlo, Abascal rebaja
su órdago insensato tras proponer el PP “aceptar a todas las víctimas de
violencia doméstica, con independencia del sexo”, lo que hace pensar que PP y
Vox se disponen a dejar al “margen” la violencia de género para pactar,
emplazándose a una reunión el martes. Entretanto, Casado pide que no se
politicen las agresiones se “llamen como se llamen”; el naranja Villegas “no
cree en los cordones sanitarios” ya que los pactos entre constitucionalistas se
alejan por la “radicalización” del PSOE de Sánchez; y los de Abascal exigen
reunirse con Ciudadanos, a lo que los naranjas no están dispuestos. Y en medio
de este.... (sigue leyendo en Blog Mi punto de vista,
http://jorgecremades.blogspot.com.es/).
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