Como era de esperar,
salvo que algún partido hubiera querido hacerse el harakiri, asunto improbable
donde los haya, en Andalucía se consolida un cambio político, mayoritariamente
votado por los andaluces ya que hasta IUPodemos así lo proponía durante la
campaña; y dicho cambio histórico, tras cuatro décadas de gobierno socialista
sin alternancia política porque así lo decidieron los andaluces durante nuestra
ya no tan joven democracia, se consigue ahora gracias a un rocambolesco acuerdo
entre tres enemigos íntimos (PP, Ciudadanos y Vox), dentro del amplio espectro
de la derecha política española, incapaces de sentarse para negociar, por lo
que el PP ha tenido que negociarlo por separado con Ciudadanos y con Vox, al
igual que en su día el PSOE intentó hacerlo con Ciudadanos y Podemos para la
frustrada y frustrante investidura de Sánchez, ya que en aquella ocasión el
pacto no prosperó por la tozudez de los podemitas en no respaldar ni siquiera
la investidura socialista, permitiendo que, finalmente, siguiera gobernando la
derecha, hasta la posterior moción de censura a Rajoy. En esta ocasión, Vox no
ha querido imitar la anterior tozudez de Podemos y, permitiendo la investidura
de los populares, posibilita la alternancia política en Andalucía, tras
constatar que, en caso de abortarse el pacto, Podemos ya ofertaba la
continuidad del gobierno socialista aunque, eso sí, con la flecha envenenada
para los socialistas de que no fuera Susana Díaz la presidenta, buscando así
matar dos pájaros de un tiro: poder vender el “cambio” prometido en la campaña
con esta especie de cambio a medias (si a los socialistas pero no a Susana) y a
la vez ahondar en las rivalidades internas del PSOE entre Susana y Pedro. Así
las cosas, el PP asume parte del discurso de Vox mientras éste retira buena
parte del órdago radical inicial y Ciudadanos, tras pactar con PP un pacto
minoritario de gobierno, como en su día hiciera con el PSOE, deja la
responsabilidad de la gobernabilidad a otros, aplicando el refrán de las lentejas…..”si
quieres, las tomas; y, si no, las dejas”. Los juegos malabares salieron ahora
bien a sus protagonistas y, de momento, PP y Cs toman el control de la Junta
con un gobierno de coalición: Juan Manuel Moreno Bonilla del PP será el
Presidente y Juan Marín de Ciudadanos el Vicepresidente, mientras Susana retira
su candidatura tras el acuerdo y se convierte en la Jefa de la oposición. El
pacto del PP por separado con Ciudadanos y Vox ha dado sus frutos….y ahora a
esperar el desarrollo de la gobernabilidad andaluza. Los populares aceptan la
agenda reformista de Ciudadanos, como, entre otras cosas, suprimir aforamientos
o la dimisión forzosa de los imputados por corrupción, y conquistan Andalucía
sin ceder al “órdago” de Vox, que consigue la foto del acuerdo con el PP, pero
no con Ciudadanos, y rebaja su órdago radical, renunciando, entre otras cosas,
a la deportación de inmigrantes o a la derogación de las leyes de violencia de
género e igualdad. Así nace este histórico Gobierno andaluz del “cambio”, cuya
investidura se realizará en breve, con el que Andalucía experimenta, como ya
han hecho el resto de CCAA, por vez primera la lógica y saludable alternancia
gubernamental que revitaliza la democracia. Ahora, toca gobernar, pasar de las
promesas a los hechos. Y mientras...... (sigue leyendo en Blog Mi punto de vista,
http://jorgecremades.blogspot.com.es/)
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