En medio de este
peligroso juego de tira y afloja entre la Generalitat de Catalunya y el
Gobierno de España, tras el desafío de Torra con un ultimátum a Sánchez de que
retiraría su apoyo al Gobierno si en un mes no había oferta para la
autodeterminación (sustituido luego por una oferta de diálogo….para hablar de
autodeterminación), sale a la palestra David Bonvehí, presidente del PDeCat
(teóricamente el partido de Torra y de Puigdemont), con la sentencia de que “no
soy partidario de los ultimátums”, desautorizando así el órdago rectificado del
President de la Generalitat. Es decir, mientras el prófugo Puigdemont, el
mandamás de los convergentes (aunque ya no les guste este nombre por la
putrefacta corrupción que acumulan de la época de Pujol y Mas, y,
paradójicamente, se apuntaran a apoyar la moción de censura a Rajoy con el
argumento de que querían erradicar la corrupción…del PP y sólo la del PP, por
lo visto) y su títere en el Govern, Torra, se muestran partidarios de los
ultimatums, su títere en el partido conservador catalán, Bonvehí, defiende
cínicamente todo lo contrario, evidenciando el declive absoluto de la vieja
Convergencia y el caos en el secesionismo. Y mientras Torra y ERC (es decir, la
derecha y la izquierda catalana) sólo garantizan el Govern hasta la sentencia
del procés, cerrando en falso esta última crisis del independentismo, Moncloa
advierte de que “actuará en consecuencia” si el Parlament burla la ley, en
tanto que la ANC agrava la crisis soberanista y amenaza a Torra con retirarle
el apoyo si no implanta ya la Republica. Ya ven, todo un juego diabólico de
amenazas, chantajes y advertencias que sólo conducen a agravar cada vez más la
situación de Cataluña, paralizada institucionalmente de forma indecente sin que
nadie se tome en serio su gobernabilidad. Torra, que quiere obligar a ERC a
retratarse en el Parlament, resucitará las leyes de desconexión en cualquier
momento, justo cuando la causa judicial del procés entra en su recta final y el
juicio podría empezar en noviembre. Entretanto, una denuncia interna detalla
los privilegios de los presos del 1-O (un funcionario eleva un informe sobre el
cumpleaños con dulces de Jordi Sánchez, organizado por presos y trabajadores
afines), según la cual, los independentistas apenas pisan la celda, reciben
todo tipo de visitas, que la dirección camufla de forma irregular, y los fines
de semana disponen del área de Psiquiatría (idóneo lugar, pues este asunto es
digno de ser tratado por psiquiatras) para los encuentros con sus familias sin
mezclarse con otros reos…… Y mientras el PDeCat contrata a Josep Rull y a Jordi
Turull para garantizarles un sueldo, ante semejantes privilegios penitenciarios
de los políticos presos, que no presos políticos, el Ministerio de Interior se
lava las manos, recordando que la política penitenciaria es competencia de la
Generalitat de Catalunya, lo que, siendo cierto, pone de relieve la necesidad
de....... (sigue leyendo en Blog Mi punto de vista,
http://jorgecremades.blogspot.com.es/)
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