jueves, 5 de abril de 2018

¿VIOLENCIA O EXCESOS AISLADOS?

                        Poco a poco, como suele suceder, la triste realidad se va abriendo paso ya que las evidencias son difíciles de desmentir, por más que cada quien las interprete como le venga en gana. Es lo que sucede ahora con Puigdemont, quien, como el resto de sus colegas golpistas, sostenía cínicamente que el “procés” era un movimiento pacífico, casi místico, admite ahora determinada violencia (en sí mismo cualquier actuación golpista y antidemocrática es pura violencia) el 1-O (algo es algo) aunque la califica como “excesos aislados” y pide al TS imputar la violencia a los manifestantes, lavándose así las manos, ya que, según el cobarde Puigdemont, los delitos de “desórdenes” deben “imputarse” a quienes salieron a las calles y “se excedieron en la resistencia pasiva”. Por lo visto, él y sus colaboradores de su Golpista Govern eran como unos angelitos que pasaban por allí y el ilegal referéndum surgió por generación espontánea. Seguramente los secesionistas así pretenden definir también los actos vandálicos intolerables que siguen protagonizando ahora los violentos Comités de Defensa de la República, perfectamente sincronizados y organizados, que son investigados por la Fiscalía y serán penalmente perseguidos, después de que los Mossos alegaran razones técnicas para no evitar los actuales ataques a los peajes catalanes y otras fechorías como cortes de carreteras, quema de neumáticos, amenazas y extorsiones a la convivencia pacífica que practican con absoluta impunidad. Con toda lógica, la Fiscalía investigará a los CDR por posible rebelión y, aunque el Ministerio del Interior defiende la “profesionalidad” de los Mossos ante estos grupos violentos, lo cierto es que los piquetes levantan las barreras de los peajes a su antojo, mientras Rivera y el PSC instan a evitar “actos insurreccionales” y Torrent decide validar el voto delegado de Puigdemont frente al criterio de los letrados del Parlament y la advertencia del TC. Ya ven el desacato y la violencia, que no excesos aislados, sigue gozando de buena salud. Entretanto la Fiscalía alemana solicita la entrega de Puigdemont y aprecia alta traición, quedando así el expresident a la espera de lo que decida un tribunal alemán sobre su traslado a España y, mientras tanto, seguirá en prisión. Es obvio que el fiscal alemán ve violencia en la rebelión de Puigdemont, considerando “justo y pertinente” entregar al prófugo (ya apresado) por rebelión y malversación, considerando que estos delitos por los que se le acusa equivalen a los de alta traición en Alemania, que marca así el destino del resto de prófugos de la Justicia española, incluyendo en su escrito que “en la rebelión se contempla celebrar un referéndum ilegal pese a que eran esperables comportamientos violentos” y sostiene que permanezca en prisión “por riesgo de fuga” hasta que el juez resuelva (cuestión distinta será lo que decida el juez alemán). Y mientras se publica que los Mossos intentaron montar un piso franco en Madrid para espiar a diputados y senadores, un plan frustrado por la Policía en 2014, Interior cesa a la Directora de Seguridad de Cataluña por trasportar urnas en su propio coche el 1-O y el Ministerio de Educación se declara incapaz de garantizar el castellano pese al 155 y renuncia a la Casilla del idioma oficial, junto al Catalán, en Cataluña. Por su parte Artadi..... (sigue leyendo en

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