Incomprensiblemente y
por meras razones de no seguir perdiendo afiliados, los sindicatos UGT y CCOO
encabezan en Barcelona la marcha de miles de personas por la libertad de los
presos del “procés” (que no presos políticos) y, asumiendo la cínica doctrina
secesionista sostienen que “España vive una involución democrática”, uniéndose
por vez primera al independentismo al participar activamente en la
manifestación convocada por Omnium Cultural y la ANC, entre otros, a favor de
los políticos separatistas encarcelados e imputados de haber cometido
gravísimos delitos contra el Estado. Indecentemente el injusto y cínico
discurso secesionista de la “involución democrática” es asumido por las
centrales sindicales tradicionales, cuando, si alguna involución democrática se
está dando en suelo español es la que están protagonizando los independentistas
catalanes con su intento de golpe de Estado para conseguir antidemocráticamente
la independencia unilateral de Cataluña, y lo triste es que los sindicatos
democráticos decidan marchar contra el Poder Judicial, sirviendo de altavoz al
independentismo, por perder un 17´3% de afiliados durante el “procés”,
evidenciando su incapacidad para que las bases sindicales hagan piña por la
defensa de la Constitución y la democracia, pues sabido es que sin un sistema
democrático sólido los principales perjudicados siempre son los trabajadores.
No en vano, ante este despropósito monumental de UGT y CCOO, el mismísimo PSOE,
en un acto de honestidad y veracidad manifiesta, ha dejado bien claro que, como
todo el mundo sabe, “España es un Estado de Derecho impecable”, aunque algunos,
por meros intereses particulares, pretendan hacer ver lo contrario. Lo
denunciable y rechazable, que es lo que debieran repudiar los sindicatos
tradicionales, es que cargos de Ciudadanos, PSC y PP (es decir, de las fuerzas
democráticas constitucionalistas en Cataluña) tengan que soportar a diario
insultos y amenazas por no plegarse a la diabólica estrategia totalitaria del
“procés”, al extremo de que no puedan vivir con plena libertad cotidianamente,
tal como denuncia un concejal constitucionalista: “ya no hago vida normal,
sentarme en una terraza, ir a un concierto….”; y todo, por culpa de esta
intolerable presión “borroka” que sufren por el mero hecho de ser demócratas y,
como tales, defender las normas democráticas que nos hemos dado todos los
españoles. La verdadera “involución democrática” que se da en España es
precisamente no ponerse en contra radicalmente de estos totalitarios gobernantes
que traicionan a la legalidad que les legitima como tales gobernantes para
arremeter luego contra ella desde el poder y actuar al margen de la misma para
imponer su totalitario proyecto. Ponerse del lado de semejantes personajes o
simplemente buscar equidistancias entre semejante totalitarismo y nuestra
democracia es la peor y la más cobarde postura de cualquier ciudadano (que no
súbdito) que pretenda seguir siéndolo en el futuro, pues a los fantasmas del
autoritarismo político (fascista, nazi, estalinista…o del signo que sea), una
vez sueltos y con..... (sigue leyendo en Blog Mi punto de vista, http://jorgecremades.blogspot.com.es/)
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