Vaya por delante que la
contundente e inapelable victoria de Pedro Sánchez en las primarias del PSOE
merece la felicitación más sincera, personalmente a él y globalmente al bloque
sanchista, al margen de las preferencias que cada uno tenga por cualquiera de
los candidatos, así como el deseo de éxitos y aciertos futuros para este “nuevo
PSOE” que él mismo anunciaba en Ferraz tras su triunfo, mientras agradecía a
Patxi López y Susana Díaz (abucheada por los asistentes) su participación en el
proceso y manifestaba su disposición a luchar por la “unidad” del partido, ante
el griterío de “¡Gestora, os ha llegado la hora!”. Desconocemos a qué “unidad”
de partido, si al viejo o al nuevo, se refería cuando, eufórico, sentenciaba
con toda razón que “hoy empieza todo, vamos a construir el nuevo PSOE”, pues
estas primarias trascienden el objetivo de elegir al nuevo líder del partido y
apunta más allá que a una mera renovación o reconstrucción del mismo dentro del
tradicional espectro ideológico del socialismo democrático o socialdemocracia
europea. La realidad es que poco más de setenta y cuatro mil personas,
militantes socialistas, finiquitan de entrada un tradicional PSOE centenario,
fundado por Pablo Iglesias Posse, contra otros tantos militantes que pretendían
conservar sus esencias orgánicas e ideológicas y frente a millones y millones
de personas que, sin ser socialistas, han venido apostando por él, con la
agravante de que otro Pablo Iglesias, en este caso Turión, crecido por las
cuitas socialistas y desafiante, acecha desde las filas radicales comunismo-populistas
para liderar la izquierda española mediante el sometimiento de los socialistas,
como ha sido tradicional desde la fundación del PCE, precisamente a costa de
una fractura del PSOE, y luego durante la República y la Guerra Civil, tras el
varapalo electoral comunista en la Transición, con la posterior creación de IU
y ahora con el nuevo invento de IU-Podemos, última versión de los radicalismos
izquierdosos, que no de izquierdas, con claras tendencias antisistema y
totalitarias. Basta echar un vistazo a la Historia para constatar esta realidad.
No en vano Iglesias, nada más conocer la victoria de Sánchez, se ha apresurado a... (sigue leyendo en Blog Ojo crítico, http://jcremadesena.blogspot.com.es/)
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