sábado, 20 de mayo de 2017

CIFUENTES EN EL PUNTO DE MIRA


                        En esta especie de ruleta rusa para nuestros gobernantes en que se ha convertido la corrupción en España, en estos momentos le toca el turno a Cifuentes, justo cuando ella ha puesto en conocimiento de la Justicia informes sobre actuaciones irregulares del “caso Lezo” y cuando hace gala de su lucha contra las prácticas corruptas. Es más, hay quienes sostienen que, precisamente por ello, es víctima del fuego amigo; pero lo indudable es que, como sucede siempre con cualquier gobernante, la oposición arremete sin piedad ante cualquier atisbo de duda dando por hecho su presunción de culpabilidad incluso si jueces y fiscales entiendan lo contrario y no la imputan. Lo cierto es que informes de la UCO desvelan financiación ilegal en las campañas de Aguirre y de Rajoy, destapando un entramado de ingeniería contable para ocultar que instituciones y empresas pagaban gastos electorales, pues, al parecer, el PP madrileño recurrió a subvenciones de cursos de formación no impartidos, a facturas falsas y a contratos públicos (¿les suena de algo esto?, seguramente a los andaluces sí), para obtener fondos para sus campañas y, de paso, para llevarse crudo a casa parte de ello. Parece ser que Francisco Granados conseguía las donaciones, Ignacio González inyectaba subvenciones y Gutiérrez pagaba con la “cuenta B” del partido, por lo que actualmente están siendo imputados y en prisión preventiva. Pero como en el informe aparece Cifuentes, junto a otros miembros de diversos partidos en la mesa de contratación que, con el aval de los técnicos y los medios legales establecidos adjudicó por unanimidad la cafetería de la Asamblea de Madrid a Arturo Fernández es, según la UCO, susceptible de ser investigada, a pesar de que ni el fiscal ni el juez consideran pruebas suficientes para hacerlo. Por tanto, ante el acoso de la oposición, Cifuentes se cree víctima y acosada, afirmando “llevo 30 años en política, no creo en las casualidades”, mientras Ciudadanos, su apoyo en el gobierno territorial, la amenaza con romper el pacto si no da más explicaciones y Rivera le exige rendir cuentas políticas en la Asamblea, al igual que la oposición exige a Rajoy comparecer en el Congreso. Veremos pues en que queda este asunto, mientras el magistrado Eloy Velasco por decisión propia deja su juzgado y se marcha voluntariamente a la nueva Sala de Apelaciones de la Audiencia, con lo que los casos que más preocupan al PP, como “Lezo” y “Púnica”, habrán de ser instruidos por otro juez, entre los que podría estar, si solicita la plaza, el ex ministro... (sigue leyendo en Blog Mi punto de vista, http://jorgecremades.blogspot.com.es/)

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