Aunque en las filas
sanchistas ya se especulaba con que si ganaba Susana con poca diferencia podría
sospecharse de pucherazo, no ha sido necesario semejante extremo ya que Pedro
Sánchez con poco más del 50% de los votos se ha impuesto a la andaluza en las
primarias con una contundente e indiscutible mayoría del voto militante con lo
que Pedro, el defenestrado por los órganos del partido a causa de sus supuestas
malas artes, renace con ímpetu, seguramente con deseos de venganza aunque de
cara al público lo disimule, circunstancias mandan. Se despejan así las
incertidumbres previas sobre el liderazgo del partido, pero se mantienen las
dudas sobre la indiscutible fractura del mismo (40% para Susana y 10% para
Patxi en números redondos), un partido desnortado y arrastrado por la crisis
general del socialismo democrático europeo. En vísperas de la votación y
acabada la sucia campaña, plagada de insultos y descalificaciones a sus
adversarios, decía Sánchez que “nueve meses después, aquí estamos, dispuestos a
votar y a renovar el PSOE” y Susana añadía que “a Rajoy le queda lo que tarde
el PSOE en levantarse; hay que decir que el PSOE sigue aquí”, mientras Patxi
advertía de que “otros partidos europeos desaparecen; si seguimos así, puede ser
la última vez que discutamos”. En efecto, los militantes socialistas habrían de
elegir entre continuidad o ruptura, pues, vista la campaña, había que optar
entre dos modelos de partido y de estrategia política, mientras se intuía que,
unos y otros, se preparaban para la purga posterior. Y los militantes optan
contundentemente por devolver el liderazgo a Pedro, protagonista de las dos
derrotas electorales más contundentes de la historia del partido, que gana en
todas las federaciones excepto en Andalucía, donde vence Susana, y en País
Vasco, donde vence Patxi, y, nada más constatar su victoria, reconocida por sus
adversarios, comparece públicamente en Ferraz y promete integrar a sus rivales
para “construir un nuevo PSOE” ante el griterío de los asistentes diciendo
“¡Gestora, te ha llegado la hora!”; poco después Antonio Hernando, portavoz en
el Congreso de los Diputados y otrora hombre de confianza de Sánchez,
presentaba su dimisión, abriendo la cascada de ceses que, según algunos, se
prevé en los próximos congresos, pues no hay que olvidar que la campaña de los
sanchistas se ha basado en arremeter abruptamente contra el aparato, contra los
barones y contra la vieja guardia. No obstante, teniendo en cuenta que los
perdedores de las primarias son mayoría en el... (sigue leyendo en Blog Mi punto de vista, http://jorgecremades.blogspot.com.es/).
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