Sin
lugar a dudas la noticia nacional e internacional de hoy es la celebración de
la segunda vuelta de las elecciones presidenciales en Francia, donde se ponen
en juego dos modelos políticos casi antagónicos y, por tanto, el futuro no sólo
de Francia sino también de la Unión Europea, ya que entre los antagonismos está
el euroescepticismo de Le Pen y el filoeuropeismo de Macron. La ultraderechista
y el centrista llegan a las elecciones casi igualados tras una campaña a cara
de perro, lo que hace imprevisible el resultado final, aunque se presume y así
lo confirman las encuestas que Macron incrementa su ventaja y aleja el fantasma
del extremismo, tras su triunfo en el público debate cara a cara con Le Pen y
el creciente rechazo a ésta en la izquierda y en sectores conservadores. En
todo caso, como sucediera en la campaña de EEUU, el juego sucio ensombrece el
final de campaña electoral francesa y la sombra rusa enturbia las elecciones
con un “hackeo” a Macron, quien denuncia un ciberataque en toda regla con decenas
de miles de correos, datos financieros y otros documentos internos de su
movimiento (que no partido político) “En Marcha”, filtrados en las redes
sociales, con el objetivo de restarle apoyos. Entretanto, mientras Macron, que
si vence hoy se convertirá en el Presidente de Francia más joven de una
República llena de incertidumbres, asegura haber sido víctima de este “pirateo
masivo y coordinado” que ha llevado a la “difusión en las redes sociales de
informaciones internas como contratos o e-mails”, la organización ecologista
Greenpeace logra burlar el cordón de seguridad y cuelga en la Tour Eiffel una
gigantesca pancarta con la divisa republicana “liberté, egalité, fraternité” en
una clara llamada a la resistencia contra el ultraderechista Frente Nacional de
Le Pen, en cuya derrota confía Bruselas para relanzar desde mañana mismo la
Unión Europea, demasiado cuestionada hoy en día por los crecientes populismos
radicales, tanto de extrema izquierda como de extrema derecha, en bastantes
países miembros. No en vano, el líder centrista, que vaticina que no obtendrá
una gran diferencia con la lideresa ultraderechista, dice que “mi objetivo será
gestionar la rabia de Francia”… Y no le falta razón pues en estos nuevos
tiempos, saturados de redes sociales e innovaciones tecnológicas como
instrumentos impersonales de propaganda política, la rabia y la frustración,
alentada irresponsablemente desde ellos con mentiras y verdades a medias, con
insultos y calumnias, es el mejor caldo de cultivo para el desarrollo de los totalitarismos
radicales.
Precisamente la gestión de la rabia, en este caso la de
los militantes del PSOE, tiene mucho que ver en la principal noticia, a mi
juicio, a nivel nacional, cual es el resultado de los apoyos obtenidos por los
precandidatos socialistas, cuya... (sigue leyendo en Blog Mi punto de vista, http://jorgecremades.blogspot.com.es/)
No hay comentarios:
Publicar un comentario