miércoles, 14 de febrero de 2024

HUNDIR A FEIJÓO Y SALVAR A SÁNCHEZ

                         Si Feijóo esperaba una campaña gallega tranquila, dado el vaticinio demoscópico de su indudable victoria electoral al inicio de la misma, estaba más que equivocado, pues, desde que en las elecciones generales tuvo un éxito rotundo la estrategia de hundir a Feijóo y salvar a Sánchez, la cuestión no es ya quien gana las elecciones sino impedir que gobierne el partido vencedor de las misma, especialmente si éste es el PP, tal como ha sucedido con la formación del actual gobierno español. Pero el hecho de que en Galicia, donde todo apunta a un muy escaso apoyo electoral a Vox y, por tanto, no cabe apelar al voto del miedo a un futuro gobierno con la ultraderecha (el mantra utilizado para que el resto pacte con quien sea), sólo es posible ensombrecer la probable mayoría absoluta del PP aprovechando algún grave error de dicho partido para magnificarlo y con ello debilitar la credibilidad de Feijóo y tambalear su liderazgo….y este error ha sido proporcionado a mitad de campaña con un supuesto giro por parte de Feijóo en los indultos que ha descolocado sin duda al PP, ya que, al parecer, en un informal encuentro con los periodistas que cubren la campaña, se les llegó a decir que Feijóo llegó a estudiar la amnistía y que estaba dispuesto a conceder indultos cuando siempre ha sostenido públicamente que, a diferencia de Sánchez, serían la línea roja por la que él nunca pasaría incluso a costa de no ser investido presidente de Gobierno. Así las cosas, lo menos importante es si lo filtrado es cierto o no, pues lo importante son las conjeturas sobre si en los contactos con Junts y ERC se llegó a plantear el perdón y, de momento, mientras dirigentes populares ven con “estupor” que se abra a aplicar la medida de gracia y creen que es una “voladura controlada” ante posibles revelaciones de Junts al respecto, el desliz del PP con el “indulto” mete de lleno a PSOE y Vox en campaña, no para ganar los comicios, sino para impedir una mayoría absoluta del PP, mientras Feijóo se ve obligado a aclarar su postura y descarta el perdón al fugado señalando a la oposición en Galicia por embarrar la carrera electoral, mientras cinco ministros le acusan de “hipocresía” y el mismísimo Abascal critica la “estafa política” del PP. Por su parte, para animar el carnaval político, Junts entra en campaña, aunque no se presente en Galicia, para favorecer al BNG y amenaza con que “todo se sabrá”, mientras ERC, por boca de la prófuga Marta Rovira, sale diciendo que el PP también quiso negociar con ellos la investidura de Feijóo pero que ellos lo rechazaron porque jamás “hablamos con el PP”, mientras Feijóo reitera su rechazo a “la amnistía o indulto” a Puigdemont y Génova admite que sí hubo contactos con ERC pero por parte de un diputado popular y a “título personal”. El caso es que los supuestos contactos del PP con Junts y ERC ponen a la defensiva a Feijóo y éste se presenta como víctima de “calumnias”, mientras los ministros de Sánchez en plena campaña gallega le atacan con la mentira de que estaba dispuesto a conceder indultos, lo que, en todo caso no superaría la osadía de Sánchez de haberlos concedido y además pactar una amnistía con los secesionistas, mientras Zapatero ironiza que “dentro de unas semanas propondrá la beatificación de Puigdemont”, olvidando que el prófugo ya ha sido beatificado por Sánchez. Pero todo esto no importa, pues como sostiene el equipo del PSOE de Sánchez “lo que importa es sumar” sabiéndose de antemano perdedor.

            Así las cosas y a pesar del fango político el equipo del PSOE se vuelca con el nacionalista BNG y se dispone a pactar un gobierno gallego nacionalista presidido por Ana Pontón si, al final, la suma lo permite, pues Ferraz reconoce en privado que llegan al 18-F “muy mal” y trabajan para que el BNG logre echar al PP de la Xunta, por lo que los socialistas se centran en movilizar el voto joven y los abstencionistas, sabedores de que eso favorece a la candidata nacionalista, a la que ya ven incluso como candidata propia y creen que tiene un “50% de probabilidades” de gobernar. Ella, convencida del fiasco del PSOE y de la tendencia alcista del BNG, manifiesta que “viendo el nerviosismo del PP el cambio es imparable”, mientras Rueda, el candidato popular, pide el voto para evitar que gobierne la izquierda sectaria de siempre y el PSOE trabaja para que Vox llegue al 4´9% en Galicia ya que con dicho resultado no conseguiría ningún escaño pero impediría que el PP tuviera mayoría absoluta, con lo que la estrategia global de hundir a Feijóo y salvar a Sánchez sería un éxito como lo ha sido a nivel nacional tras los últimos comicios generales. De momento todas las encuestas, menos la del CIS de Tezanos, avalan una probable mayoría absoluta del PP gallego y, según NCReport, el PP mantendría la Xunta y el PSOE quedaría tercero, pues el popular Rueda conseguiría el 48´6% de votos y entre 40-41 escaños, frente a un PSOE que quedaría tercero con el 16´4% y entre 12-13, siendo segundo el BNG con el 26´1% y 21-22 escaños (un BNG que abraza la “vía catalana” del referéndum y la inmersión educativa total en gallego, mientras su candidata Pontón reclama un “estatus de nación” y “autogobierno financiero”). En fin, los gallegos tienen la..... (sigue leyendo en  Blog Mi punto de vista, http://jorgecremades.blogspot.com.es/)

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