miércoles, 21 de febrero de 2024

DE DERROTA EN DERROTA…

                         Que yo sepa, desde que la sanchitis aguda se instaló en la dirección del PSOE y lo contaminó al extremo de hacerle irreconocible, jamás ha sido capaz de ganarle unos comicios al PP a nivel nacional y muy raramente a niveles autonómicos o locales, con lo que su único éxito ha sido, siempre que ha podido, vender las derrotas como éxito, como sucedió en las últimas elecciones generales, tras lograr vender su alma a quien quiera comprarla, sean de izquierdas o de derechas, con tal de conseguir a cambio de lo que sea que su Jefe, Sánchez, mantenga el gobierno desde que consiguiera auparse al mismo con una moción de censura exitosa gracias a la traición del PNV, tras haber pactado apoyar los Presupuestos con el gobierno de Rajoy, y al contubernio del resto de partidos por opuestas que sean sus propuestas ideológicas evidenciando desde entonces que no hay un proyecto político pactado sino un pacto de intereses personales sin orden ni concierto, dando la sensación de que el PSOE sanchista anda como pollos sin cabeza dando tumbos y va de derrota en derrota hasta la victoria final que Sánchez, a pesar de ir en sentido contrario, promete a sus voceros de piñón fijo. Y la última de las citadas derrotas, en este caso sin paliativos, ha sido en las elecciones gallegas al conseguir el PP el 47´3% de votos y 40 escaños, seguido del BNG con el 31´5% y 25, el PSOE 14% y 9, mientras Democracia Ourensana entra en la Cámara legislativa con un diputado, quedando fuera del mismo Vox, Sumar y Podemos, que, junto a los socialistas se llevan un batacazo electoral descomunal. En definitiva, unas elecciones presentadas como plebiscito al liderazgo de Feijóo en las que, por el contrario, su delfín Rueda sólo pierde dos de los escaños que tenía pero conserva la mayoría absoluta, mientras Besteiro, el candidato de Sánchez, pierde cinco escaños y se desploma con el peor resultado histórico de los socialistas frente al éxito de Ana Pontón, la candidata del BNG (y del PSOE sanchista) que gana seis escaños más y era por la que apostaba Sánchez para, si las matemáticas lo permitían, gobernar con ella en Galicia arrebatándole el Gobierno al PP aunque ganara en los comicios, como ha sucedido a nivel nacional pero en este caso, para más escándalo, no con el candidato socialista como director de orquesta sino con la candidata del Bloque. La cruda realidad, al margen de las interpretaciones que cada quien quiera hacer ahora, es que el PSOE paga los controvertidos pactos de Sánchez, mientras los independentistas del BNG se benefician del descalabro socialista, en tanto que la victoria del popular Rueda refuerza a Feijóo y frena la ofensiva plurinacional, por lo que el líder  popular gallego, nada más conocer los resultados, manifiesta que “Galicia manda un mensaje a España de que aquí no queremos chantajes” (en referencia a los pactos con el secesionismo) mientras la estrategia del sanchismo de impulsar al BNG hunde más al PSOE y pone por encima del 30% el separatismo bloquista en Galicia, eufórico a costa del hundimiento del PSOE, pero frustrado porque la mayoría absoluta del PP sólo le permite, de momento, convertirse en la alternativa al Gobierno popular gallego y relegar definitivamente a los socialistas al tercer lugar, mientras el resto de socios de Sánchez, Sumar y Podemos, quedan como fuerzas extraparlamentarias, al igual que Vox, que buscaba ser necesario para decidir el gobierno autonómico. Ya ven, el PSOE sanchista se hunde derrota tras derrota hasta la ansiada victoria final que nunca llega, Podemos no puede y Sumar, en vez de multiplicar, resta y divide, a la vista está…..y todo a la espera de los comicios vascos, europeos y catalanes, que para muchos, si sigue el progresivo fracaso del sanchismo ven como el definitivo punto de inflexión para una reacción generalizada de la militancia y un cambio radical de estrategia política hacia lo que siempre fue la idiosincrasia del tradicional PSOE, que comenzó a perderse con Zapatero y ha culminado con Sánchez, hasta hacerle irreconocible.

            Y mientras la apuesta de Sánchez por una coalición nacionalista liderada por el BNG (ni siquiera por el PSOE) hunde a su partido mientras los bloquistas, por el contrario, rompen su techo electoral, aunque de momento no les sirva de nada a efectos de gobernabilidad, sorprende que Sánchez y su Ejecutiva, en vez de hacer una autocrítica profunda y seria para taponar la hemorragia de votos, se limitan a culpar del batacazo electoral a la falta de liderazgos socialistas territoriales, pues en pleno desconcierto socialista el Presidente no contempla cambios sobre la amnistía y otros manejos con los secesionistas y culpa del fiasco electoral a la “falta de líderes territoriales” cuando la realidad es que desde que el PSOE sanchista abrazó la España plurinacional de sus socios ha bajado en doce CCAA y ha perdido seis gobiernos autonómicos; pero Sánchez, que ahora pretende desmarcarse de su implicación a tope en Galicia y de su empeño en enfocar los comicios en clave nacional contra Feijóo, se limita a despachar el asunto en una reunión de su Ejecutiva Nacional para desacreditar a...... (sigue leyendo en Blog Mi punto de vista, http://jorgecremades.blogspot.com.es/)

 

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