martes, 26 de septiembre de 2023

NO A LA IMPUNIDAD

                         Comienza hoy el debate de una investidura fallida, en este caso la de Feijóo, en plena crispación por la presunta “amnistía” que, según los propios socios de Sánchez, ya está acordada a cambio de que finalmente el investido sea Sánchez tras el intento frustrado del líder del PP, mientras el líder del PSOE no lo desmiente y se limita a decir “buscaré votos hasta debajo de las piedras”, sin reparar en que debajo de las piedras, si no se anda con cuidado, suele haber alacranes que te pueden picar. Así las cosas, el PP moviliza a los ciudadanos en la calle con el argumento de “vamos a liderar la revuelta de la España de la igualdad” y, al efecto, reúne unas 60.000 personas en Madrid para responder a “los privilegios a la carta independentista” mientras desde el PSOE de Sánchez le acusan de alentar el transfuguismo, porque líderes populares como Gamarra o Moreno Bonilla instan a los diputados socialistas, muchos de ellos contrarios a la “cacicada” de Sánchez, a que apoyen la investidura de Feijóo o, al menos, se abstengan para permitirla, mientras Moncloa ve “desesperación” en esos llamamientos pero no considera desesperación alguna en suplicar a los secesionistas que apoyen la investidura de Sánchez a cambio de lo que sea. La realidad es que en vísperas de la frustrada investidura de Feijóo, ya que todo el independentismo sea de izquierdas, derechas o mediopensionista ve a Sánchez como más facilón para someterle a un chantaje irresponsable, el líder popular reivindica su liderazgo interno al ser arropado en la manifestación madrileña por miles y miles de personas contra la amnistía, cuando algunos ya consideran que empieza a ejercer la oposición con un mayor tono de crispación y Sánchez dice “se manifiestan contra un gobierno del PSOE, pero, lo siento, habrá otro”, dando ya por hecho de que la amnistía, con el nombre que sea, ya está pactada, tal como dice ERC y nadie lo desmiente. En tales circunstancias el PP toma la calle contra la “indignidad” de la amnistía mostrando músculo territorial y unidad en torno a Feijóo, arropado por sus trece presidentes autonómicos y los expresidentes Aznar y Rajoy, contra los “privilegios para una élite” que Sánchez quiere conceder y advirtiendo de más actos si se cede a Puigdemont pues “se multiplicarán por diez cuando se consume”. Y es que el asunto de la amnistía trasciende toda discrepancia ideológica pues va más allá de lo estrictamente ideológico entre los demócratas ya que afecta directamente al acatamiento de la Constitución, es decir, a la democracia y cuando esto lo pretende el mismísimo Gobierno en funciones sólo cabe decir un no rotundo a la impunidad para defender el constitucional principio de españoles “libres e iguales”, que Ayuso manifiesta que su vulneración no se puede consentir “de ninguna manera” y Feijóo añade “no voy a negociar los fraudes; defenderé la igualdad aunque me cueste la presidencia” y desde la oposición se dispone a organizar su poder institucional y a movilizar la calle ante semejante felonía, para atacar la “indignidad” del PSOE por pretender amnistiar el procés. Por su parte Vicente Guillarte, el presidente del CGPJ, advierte de que “la amnistía política que se plantea es ajena al interés general”, mientras el Tribunal de Cuentas ya da por perdidos hasta 10´3 millones de euros con la amnistía, y mientras Feijóo deja bien claro que “Sánchez no está autorizado para negociar con la dignidad de los españoles”, que sería un gran fracaso “político y personal no ir a la investidura” y que por ello convoca “a quienes no acepten que haya una élite que no se someta a la ley”, algo que cualquier demócrata, al margen de la ideología que tenga, debiera defender por encima de cualquier otra consideración ya que es la garantía de una convivencia en igualdad, paz y libertad.

            Entretanto Sánchez, obnubilado por su afán personal de permanecer en el poder a costa de lo que sea, busca “garantías” para una larga legislatura y atar unos presupuestos en su indecente negociación con Junts y el prófugo Puigdemont, denunciando en la fiesta de la rosa en Cataluña que los populares apelen a la “corrupción” del transfuguismo, mientras desde Moncloa ordena a sus ministros que “mimen” al prófugo imponiéndoles una mordaza para no interferir en las negociaciones, pero confiando en colarle algún gol como a ERC, aunque al ex president fugado le preocupa que..... (sigue leyendo en Blog Mi punto de vista, http://jorgecremades.blogspot.com.es/). 

 

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