UNA HERENCIA UNIVERSAL

                         A pocos días de que empiece la campaña oficial de las elecciones locales y territoriales, pero con la mirada puesta en las generales que tendrán lugar a final de año, Yolanda Díaz, vicepresidenta del Gobierno (cosa que no hay que olvidar), que no se presenta con su proyecto personal Sumar en el 28-M pero sí en las generales, aprovecha para publicar sus propuestas a la ciudadanía y, entre otras cosas, plantea limitar la compra de viviendas si no es para residir (como si los ciudadanos no fuéramos libres para comprar lo que nos parezca oportuno), “dificultar las hipotecas a tiempo variable” (como si bancos y ciudadanos no tuvieran libertad para pactar el tipo de interés legal establecido), “facilitar el acceso” a una casa a los inmigrantes irregulares (cuando los ciudadanos españoles y los inmigrantes regularizados tienen graves dificultades para acceder a una vivienda) y que no se pueda prohibir al inquilino tener mascotas (como si no fuera libre pactar en el contrato términos del mismo entre ambas partes). Es obvio que la Vicepresidenta del Gobierno, asunto que no hay que olvidar y que la hace corresponsable con lo bueno y malo que haya hecho el Ejecutivo al que pertenece, está pensando en un modelo, el suyo, que poco tiene que ver con una sociedad democrática y de libre mercado, lo que es perfectamente legítimo….aunque ese es su problema. Pero es que además, no conforme con las ocurrencias intervencionistas anteriores en las libertades ciudadanas y sus derechos reconocidos en la Constitución, la Vicepresidenta Yolanda pone la guinda con la pintoresca propuesta de lo que llama “herencia universal”, consistente en dar 20.000 euros a todos y cada uno de los jóvenes cuando cumplan los 18 años….. es decir, una especie de cheque (como el bono cultural, por ejemplo) que les serviría para invertir en vivienda, educación o lo que fuese, olvidando que cada español ya nace con una preocupante herencia negativa de alrededor de unos 31.500 euros, para hacer frente a la desorbitada deuda pública generada por el Gobierno al que ella pertenece, superando de forma preocupante el incremento de deuda ya desorbitado del Gobierno anterior, que dejó la herencia negativa individual en poco más de 25.000 euros de deuda por ciudadano; esta es la verdadera herencia envenenada que dejará el Ejecutivo a las generaciones futuras. Vamos, que los españoles, si pudieran, como sucede con muchas de las herencias particulares familiares al no poder afrontar los gastos para adjudicárselas, renunciarían gustosos a la herencia real que les deja nuestra Vicepresidenta a todos los españoles, que es lo que debiera intentar arreglar, gastando menos, en vez de esta electoralista propuesta de regalar a cada joven de dieciocho años, curiosamente en la edad en que ya puede votar (incluso a ella), 20.000 euros que, en el mejor de los casos, produciría más gasto y, por lo tanto, más deuda publica todavía, es decir, peor “herencia universal” a todos los españoles, justo cuando España está entre los países más endeudados del mundo y justo cuando el Gobierno español promete a la UE un necesario ajuste de 20.000 millones en dos años al acordar con Bruselas cumplir con el 3% de déficit en 2024, quedando claro que lo hace para eludir el castigo de la UE, por lo que con la boca pequeña incluso se propone aminorar su agujero presupuestario y llevarlo al 2´5% en 2026, cuando Dios sabe quién gobernará entonces, pues hasta pudiera ser que fuera la actual Vicepresidenta Yolanda Díaz la que se tragara su propio marrón de afrontar los ajustes para reducir el gasto.

            Un gasto que, en todo caso, ha de afrontarse con los impuestos que pagamos todos los españoles, mientras Moncloa ya traslada a la UE que la presión fiscal superará el 40% del PIB en 2024, niveles record en una España que ya tiene más habitantes mayores de 65 años que menores de 20, cuando curiosamente Madrid es la CA que más recauda por habitante con la menor presión fiscal. Una España en la que el desplome del gasto familiar estanca el crecimiento en el 0´5% y su PIB sigue por debajo del nivel precovid, mientras los precios, ya desorbitados, suben otro 4´1% en abril y el desempleo sube en 103.800 personas, un 30% más que hace un año, el peor arranque de año desde la pandemia a causa del frenazo económico. No obstante.......... (sigue leyendo en Blog Mi punto de vista, http://jorgecremades.blogspot.com.es/).