jueves, 4 de mayo de 2023

TRAS EL UNO, EL DOS DE MAYO

                         Es evidente que, metidos en campaña electoral, todo, absolutamente todo, va a ser usado como reclamo por parte del gobierno y la oposición, ya sea a nivel regional o territorial, y es lo que ha pasado durante la celebración del Día de los Trabajadores, el uno de mayo, y el posterior Dos de Mayo, Día de la Comunidad de Madrid. En efecto, en la celebración del uno de mayo, el Gobierno de España, que envió hasta seis ministros a las manifestaciones, hace pinza electoral, a pesar de estar dividido y muy mal avenido, contra los empresarios, señalados por muchos ministros como los máximos culpables y responsables despiadados de todos los males que asolan el país, aunque no puede evitar que se perciba el distanciamiento patológico entre las ministras Irene Montero y Yolanda Díaz, asunto que, a medida que pasan los días, preocupa cada vez más al conglomerado que propició la investidura de Sánchez pues los sondeos apuntan a que el choque entre Podemos y Sumar (los mismos perros pero con distintos collares) puede pasar factura, y muy cara, a la izquierda (según 40DB, concurrir por separado en las generales les costaría unos 14 escaños al autoproclamado bloque progresista), mientras el PP se acerca cada vez más a la mayoría absoluta. Y en semejante tesitura, el Gobierno y los ministros enviados a las manifestaciones, como si ellos no fueran responsables de nada, se unen a la amenaza de huelgas masivas de los sindicatos, no contra el Ejecutivo, que parece que sería lo normal (en Francia y resto del mundo lo es), sino contra los empresarios si éstos no pactan con ellos subir los salarios. Así, Gobierno y sindicatos exhiben unidad ante los empresarios y dan un ultimátum a la patronal para que suba los salarios, amenazando, en caso contrario, con extender las protestas “trinchera por trinchera”, mientras Díaz no sólo respalda sus reivindicaciones sino que pide que se reduzca la jornada laboral por el mismo salario. Y los empresarios en este país en que predominan las pequeñas y medianas empresas y los autónomos, muchos de ellos arruinados y con dificultades para afrontar los gastos e impuestos a causa de la inflación, no se niegan a subir los salarios reales aunque para ello instan al Ejecutivo a que, vía rebaja del IRPF y otros impuestos, colabore a ese aumento real del salario, cuando precisamente la inflación, el coste de los precios, se ha convertido ya en el principal problema de los españoles (entre ellos, esa mayoría de empresarios pequeños y medianos, y autónomos), pues de nada sirve subir salarios si el coste de la vida es superior, lo que supone cada vez más empobrecimiento y pérdida de poder adquisitivo para todos. Pero no pasa nada, el Ejecutivo no es responsable de todo esto, los responsables, ya ven, son los empresarios, tildados por el Ejecutivo de poco menos que delincuentes. Entretanto los fondos de la UE siguen sin llegar a las empresas cuando el 70% es ejecutado directamente por el Gobierno en medio de un complicado panorama en la gestión de estos fondos asociados al Plan de Recuperación, que ha llegado a manos del Ejecutivo, al ser gestionados con retrasos o ausencia de ejecución, falta de transparencia, exceso de burocracia y un reparto desequilibrado al margen de la economía real.

            Y en plena resaca de la celebración del Día del Trabajo, se arma el “dos de mayo” (nunca mejor dicho) durante la celebración del Día de la Comunidad de Madrid entre la presidenta Ayuso y el ministro Bolaños, quien, sin estar invitado a dichos actos, se presenta por su cuenta y riesgo como acompañante de la Ministra de Defensa, Margarita Robles, que si estaba invitada en tiempo y forma (así como también lo estaba la Ministra de Política Territorial y Portavoz del Gobierno, Isabel Rodríguez, que declinó la invitación) montándose con la autoinvitación de Bolaños un espectáculo protocolario sin precedentes. En efecto, ante la insólita autoinvitación del ministro, que, no obstante, es recibido como su rango merece junto al resto de autoridades por la presidenta Ayuso, es rechazado sin embargo su empeño de acceder a la Tribuna durante el Desfile Militar, ya establecida protocolariamente con las autoridades invitadas, produciéndose por ello una...... (sigue leyendo en Blog Mi punto de vista, http://jorgecremades.blogspot.com.es/)

 

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