APECHUGAR CON LAS CONSECUENCIAS

                         El descarado e irresponsable equilibrismo político de Sánchez para mantener hasta el final su patético y malavenido gobierno de coalición, calificado en su día por el socialista Rubalcaba como “gobierno Frankenstein”, llega a esta campaña electoral con grietas por todas partes y ahora, hasta que rinda cuentas en las generales, le toca apechugar a todo el PSOE con las consecuencias derivadas de su proceder a lo largo de estos años de Gobierno, o desgobierno, según algunos, pues sus socios populistas, radicales y secesionistas, con ramalazos poco democráticos no dejan de poner el broche a comportamientos que en democracia no debieran tolerarse, al extremo de que incluso muchos dirigentes socialistas de gobiernos locales y autonómicos, que han de pedir el voto en sus demarcaciones, carecen de argumentos convincentes para salir airosos. El último y más sonoro episodio de este proceder políticamente incorrecto es la inclusión de etarras en sus listas por parte de Bildu, elegido por Sánchez como aliado gubernamental destacado y esencial junto a ERC, para sostener mediante chantajes a su gobierno de coalición. En efecto, Bildu incluye con todo descaro a 44 etarras en sus listas y, al menos, trece de ellos condenados por terrorismo, una incluso por delitos de sangre, saldrán elegidos si se repiten los resultados electorales de 2019 y dos de ellos saldrían en el mismo municipio en que asesinaron a sus víctimas ya en pleno periodo democrático en España. Y para colmo, mientras Sánchez y sus ministras socialistas callan ante esto, UPodemos, su socio gubernamental, justifica la decisión de los bilduetarras al extremo de que la ministra Montero exige incluso “máximo respeto” al estar diseñadas dichas listas de “forma democrática”…. ¡Eso faltaba que las hubieran impuesto a tiro limpio! Es paradójico que quienes son tan sensibles con la memoria democrática del franquismo, lo que me parece bien, sean tan desmemoriados con el fascismo asesino protagonizado por ETA en época más reciente y en plena democracia, quitando la vida a demasiados españoles, muchos de ellos verdaderos socialistas y compañeros de partido del actual Presidente, quien ahora, no sólo los blanquea sino que los elige como aliados preferentes de su Gobierno. Entretanto muchas de las víctimas han de soportar verdadero calvario ante la insensibilidad de la Administración (tan sensible curiosamente en otros supuestos), como, por ejemplo, es el caso de Alejandro Ramos, cuyo padre fue asesinado por ETA con su mujer embarazada, él nació con discapacidad y su madre se suicidó…..y ahora no sólo le niegan una indemnización, sino que además le exigen las costas por reclamarla, mientras los etarras gozan de todo tipo de privilegios posibles. En fin, es patético este silencio de Sánchez entre el ruido de sus socios y aliados, pues lo importante es que éstos sigan apoyándole hasta diciembre, para mayor sonrojo de verdaderos socialistas, que no sanchistas, quienes, ante semejantes despropósitos y en memoria de los compañeros fallecidos (como Ernest Lluch, Fernando Múgica, Enrique Casas……), entre otros muchos ciudadanos, simplemente por defender la democracia, no entienden este blanqueo del totalitarismo etarra, por el mero hecho de que Sánchez les necesita para seguir gobernando. Y es que, como dice el socialista Alfonso Guerra, sobre este Gobierno de Sánchez, “sus socios desvían al PSOE de una trayectoria de 144 años” y añade “en este Gobierno de coalición no hay un proyecto de país….la fórmula ha creado más dificultades que las que ha arreglado”, mientras añora aquellos tiempos en que “los debates internos en el PSOE eran tormentosos pero fructíferos, ahora se aplaude y se calla”….. Cabría añadir que, al margen de los silencios y los ruidos, ahora incluso quienes, como Guerra, se permiten criticar las actuaciones del Ejecutivo de Sánchez y sus socios, pasan a ser fascistas retrógrados de toda la vida para el sanchismo imperante por lo que ni hay que tenerles en cuenta. Ya ven, habrá que apechugar con las consecuencias.

            En todo caso, estamos en campaña y Sánchez con sus repentinas e improvisadas promesas electorales ya suma un coste de unos 10.000 millones con los sucesivos anuncios que ha hecho desde la convocatoria electoral, a lo que faltaría añadir los “avales” y el “interrail”, mientras reclama ahora ayuda a las empresas del “ladrillo” para ejecutar su pintoresco plan de viviendas. Un plan que, por cierto, le enfrenta, una vez más, a...... (sigue leyendo en Blog Mi punto de vista, http://jorgecremades.blogspot.com.es/).