A BUENAS HORAS….

                     A buenas horas, mangas verdes. Ahora, cuando acaba la legislatura, parece ser que Podemos asume que negoció “mal” su peso en la coalición de gobierno y reconoce las “contradicciones” de gobernar en minoría aunque seguirán con la presión y el chantaje al sector mayoritario del Gobierno que, por cierto, ni a ellos ni a los que les han apoyado, como ERC o Bildu, les ha ido nada mal con las cesiones a las que Sánchez se ha visto obligado a hacerles para seguir en el poder. Y es que, desde el principio, quedaron patentes las tensiones entre ambas partes, tanto por las competencias a repartir como por la cuota de poder de cada partido, pasando por las sustanciales diferencias ideológicas de cada bloque, algunas incompatibles, que les imposibilitaron hacer un previo proyecto o programa de gobierno, asumido por todos, antes de sentarse en las poltronas del Ejecutivo, dando lugar con ello a un permanente circo gubernamental en el que, más que un gobierno de coalición, parece que tengamos dos gobiernos en uno, más los ingredientes que le aportan quienes lo apoyan desde fuera con sus radicalismos secesionistas totalitarios. Pues bien, ahora consideran que negociaron mal su peso en la coalición cuando el problema siempre fue que la negociación consistió en ver cuántas poltronas se repartirían (de ahí el innecesario número al alza de carteras ministeriales para contentar a todos) en vez de, previamente, suscribir un programa de gobierno, claro y concreto, para que los ciudadanos supiéramos a qué atenernos con semejante gobierno y los ministros saber asimismo a qué atenerse. Ya ven, al final, lo que no puede ser, no es, y además es imposible. Y, obviamente, de aquellos polvos estos lodazales, con permanentes contradicciones internas del Ejecutivo en sus diferentes políticas llevadas a cabo, especialmente en las de ámbito de la defensa, de la política exterior, de la económico-social, de las libertades y derechos, o de la territorial, donde el modelo socialdemócrata del PSOE, moderado y europeísta, agudiza más sus diferencias y tiene poco encaje con el modelo populista-radical de su socio, de inspiración filocomunista, o con los radicalismos totalitarios nacional-independentistas, ambos de escaso encaje en la UE. Sencillamente se trata de las lógicas contradicciones entre dos modelos casi incompatibles en conceptos básicos o cuestiones fundamentales; en definitiva, entre quienes se consideran poseedores de la verdad absoluta, por encima de cualquier otra consideración, y quienes, conscientes del entorno en que nos toca vivir, intentan buscar soluciones viables a los problemas ciudadanos, que no son pocos, en vez de aplicar recetas mágicas de corte ideológico radical como verdades absolutas, cuando la inmensa mayoría de ellas sencillamente o son inviables o no encajan en los contrapesos, derechos y libertades, de una sociedad democrática de libre mercado (la menos mala de las hasta ahora conocidas) que conforman el..... (sigue leyendo en  Blog Mi punto de vista, http://jorgecremades.blogspot.com.es/)