UN CLIMA PREELECTORAL

                     El Presidente Sánchez saca adelante en el Congreso su tercer decreto anticrisis en pleno clima preelectoral con las abstenciones, que no votos en contra, de PP y de Vox, a las que se suma curiosamente ERC el principal aliado del Ejecutivo sanchista, buscando, sin lugar a dudas, marcar distancias con el Gobierno al que ha apoyado y chantajeado hasta la saciedad, por lo que ahora no vale quitarse las pulgas de encima sino que cabe asumir tanto las decisiones buenas como las malas, que las ha habido para todos los gustos, que el Ejecutivo haya aprobado con su apoyo a lo largo de la Legislatura, receta que obviamente vale especialmente para el socio gubernamental minoritario, UPodemos, por más que también pretenda desmarcarse de aquellas decisiones que no se acomodan a su ideología, pues al final, gobernar es decidir y la responsabilidad es conjunta. Para bien o para mal, lo hecho, hecho está, y cada quien debe apechugar con la parte alícuota de responsabilidad que le toca en las decisiones que se han tomado, sean buenas o malas. Por eso llama la atención esta especie de revolcón de los socios al Gobierno en el Congreso con los aliados diversos del mismo elevando las críticas al PSOE por presentar un paquete de medidas “insuficientes” e incluso algunos, como ERC, llegando a no apoyar el decreto sumándose con la oposición a la abstención. Un PSOE que retrasa la ley del aborto para avivar el choque con el PP, volviéndolo al Congreso para evitar coacciones, pese a que ya lo prevé el texto, y un Gobierno dispuesto a rebajar la ley que limita a los “Rodea el Congreso” cuando en 2013 el PSOE protestó porque una manifestación ilegal no pudiera acercarse al Parlamento, mientras sus socios ERC, Bildu y UPodemos presionan para suavizar la Ley de Seguridad y desproteger a la Policía. Y, como era de esperar, en este clima preelectoral y de difícil estabilidad gubernamental por la actuación chantajista de los partidos minoritarios, aparece Feijóo, el líder de la oposición, para presentar un plan de 60 medidas y borrar el “sanchismo” despolitizando las instituciones y limitando el poder de las minorías; un plan en que destacan algunas propuestas como recuperar el delito de sedición y dejar sin efecto el cambio en la malversación, limitar el uso abusivo del real-decreto a una “extraordinaria y urgente necesidad”, hacer obligatoria la comunicación entre el Presidente del Gobierno y el Jefe de la Oposición, reformar el Congreso para evitar errores legislativos, imponer que el mandato del Fiscal General sea de cinco años o despolitizar los nombramientos al frente del CNI, la CNMV, el CIS, RTVE, Indra o Correos y añade, con el objetivo de favorecer la estabilidad gubernamental, como ya hacen algunos países europeos, dar amplios poderes a la lista más votada para que gobierne el municipio restando competencias al pleno, o, bien con segunda vuelta electoral, bien con una compensación de escaños, asunto éste que no es novedoso ya que ha sido planteado en vísperas de otras elecciones en el pasado. En fin, un plan alternativo del PP que, de momento,...... (sigue leyendo en  Blog Mi punto de vista, http://jorgecremades.blogspot.com.es/)