ENTRE PILLOS ANDA EL JUEGO

                     En clarísimo periodo preelectoral podemos decir que lo que importa sobremanera a nuestros políticos es la estrategia a seguir para conseguir votos y que todo lo demás puede esperar, incluidos los intereses generales de los ciudadanos o la propia estabilidad institucional del Estado. En definitiva, entre pillos anda el juego político consistente en ver quien es capaz de engañar mejor a la ciudadanía con sus demagógicos argumentos de cara a las citas con las urnas que se avecinan. Así las cosas, rotas las negociaciones entre Gobierno y PP para, de una vez por todas, desbloquear la necesaria renovación de los órganos del Poder Judicial, Moncloa activa su plan “B” para renovar el Constitucional, mientras presiona de nuevo para fracturar el bloque conservador en el CGPJ y, al efecto, nombrará, al margen del procedimiento establecido, a sus dos candidatos, no cerrándose además a rebajar las mayorías establecidas en el Congreso para cambiar el órgano de los jueces y obviar así al PP, que, por boca de González Pons, sostiene que “Feijóo ha demostrado que tiene valor para activar el freno de emergencias” cuando “el miércoles me dijo: no podemos seguir la negociación del CGPJ, no me fío de que no estén negociando la sedición con ERC”, pues “los que creen que Sánchez siempre miente han tenido razón”. Un Sánchez afanado en lograr mayoría progresista en el Tribunal Constitucional, para lo que, de momento, aparca el CGPJ tras el fiasco con el PP y busca desbloquear como sea la elección de magistrados con mandato concluido, para lo que la actual legislación no establece un claro procedimiento salvo que se pongan de acuerdo PSOE y PP con suficiente mayoría en el Congreso, lo que es imposible en este juego de pillos, pues el Gobierno, en este caso Sánchez, sólo tiene tres vías para lograrlo después del fiasco del pacto con el PP: redoblar la presión al bloque conservador del Consejo, renovar en solitario el TC o rebajar la mayoría establecida para elegir a los vocales, salvo que estuviera dispuesto a desmontar el argumento del PP, la rebaja de la sedición, para no seguir pactando y aclarar fehacientemente que ni se está negociando ni se someterá al chantaje de ERC; asunto que Sánchez no puede conceder ya que supondría tener que dejar el poder. Por tanto, soluciones que bordean la legalidad procedimental vigente, mientras UPodemos, ERC y el resto de socios, que apoyaron la investidura, son partidarios de rebajar el delito de sedición, y así lo exigen a Sánchez. Entretanto Feijóo, a quien le viene de perlas el asunto de la sedición como argumento para romper las negociaciones con Sánchez, pone en marcha el rearme ideológico del PP, acelerando su plan de convenciones, volcándose en la defensa del español, de la fiscalidad y la energía, mientras aprieta en la guerra del agua y las hipotecas, y lleva a Ceuta y Melilla nuevas propuestas de inmigración; en definitiva, tras el fracaso del..... (sigue leyendo en Blog Mi punto de vista, http://jorgecremades.blogspot.com.es/).