SANGRE, SUDOR Y LÁGRIMAS

                         En 1940, ocho meses después de comenzar la Segunda Guerra Mundial y cuando las fuerzas democráticas aliadas estaban sufriendo sucesivas derrotas frente a la Alemania nazi, el estadista y primer ministro británico Winston Churchill dijo en un histórico discurso en la Cámara de los Comunes que se vivían tiempos difíciles y que la ciudadanía habría de afrontar con “sangre, esfuerzo, lágrimas y sudor”, frase que, al margen de su originalidad (hay precedentes y no es original de Churchill) y de su versión más popular de “sangre, sudor y lágrimas”, buscaba concienciar con realismo absoluto a la opinión pública británica de la difícil situación que Europa atravesaba. Hoy, Europa, tras seis meses desde la invasión de Ucrania por parte de Rusia y tras ocho años de la ilegal anexión de Crimea, echa de menos a un estadista y gobernante como Churchill, pues, al margen del signo político que tengan, todos los gobernantes en términos generales buscan en esta guerra una excusa para ocultar y justificar sus erróneas políticas en cada país que gobiernan y, como si no pasara nada, alientan a sus respectivos pueblos, con la intención de ganar votos, a que piensen que todo va bien para esta “dolce vita” que vivimos, lo que es imposible de sostener, cuando la cruda realidad es bien distinta y no sabemos si, como en la época de Churchill, estamos en el inicio de una nueva confrontación mundial que puede durar varios años. En efecto, la cruda realidad es que Europa se asoma a la recesión tras seis meses de guerra en Ucrania, que iba a ser un conflicto relámpago, y el esperanzado “Estado de bienestar”, por el que apuesta Europa, es difícil de sostener en tal situación, pues, de momento, la UE ya acusa el ascenso del precio del gas y teme los cortes de suministros, cuando el euro vuelve a perder paridad frente al dólar y queda en mínimos de veinte años y cuando las autoridades de Alemania, motor indiscutible de la UE, prevén una inflación de dos dígitos en otoño que ya tienen otros países europeos como, por ejemplo, España. No estaría de más que los gobernantes europeos, como Churchill en su día y salvando todas las distancias, dejaran de engañar a sus respectivos pueblos por razones electorales y bajaran a la realidad que se habrá de afrontar con “sangre, sudor y lágrimas”, pues vienen tiempos muy difíciles que no serán asumibles si se sigue haciendo demagogia electoralista barata, echando la culpa a los demás, cuando hemos de afrontar, como entonces, una seria amenaza (hoy por parte de Putin, ayer por parte de Hitler) a nuestra forma europea de vivir en libertad, democracia y progreso, lo que requiere el consenso de todos los demócratas. Así las cosas EEUU y Europa animan a Kiev a recuperar Crimea pues Zelenski sostiene que “esto empezó en Crimea y acabará en Crimea”, mientras la Presidenta de la Comisión Europea Úrsula von der Leyen advierte que “nunca reconoceremos la anexión ilegal de Crimea y Sebastopol por Rusia” y el Secretario de Estado de EEUU Antony Blinken señala que “Crimea es Ucrania, al igual que Donetsk y Lugansk”, que Putin quiere anexionar a Rusia tras la invasión a Ucrania, cundo ya ha conseguido ocupar el 20% de territorio ucraniano durante estos seis meses de guerra en que un tercio de la población ucraniana ha abandonado su hogar y las tropas del Kremlin han cometido todo tipo de crímenes contra la Humanidad. Ahora Moscú acusa oficialmente a Kiev de asesinar a la hija del ideólogo de Putin, asegurando el Kremlin que el atentado es obra del servicio secreto ucraniano y que la autora del crimen es una espía ucraniana que huyó con su hija a Estonia, mientras Ucrania teme represalias (más que las atrocidades de la guerra no es posible vaticinar qué represalias pueden ser) y acusa a Rusia de orquestar un montaje para intentar justificar nuevas atrocidades en territorio ucraniano, convirtiendo el funeral de la fallecida en un alegato a favor de la ilegal invasión de Ucrania en que Putin homenajea a la hija de su ideólogo y su ministro de Exteriores Lavrov anuncia represalias contra los autores, que ellos mismos ya han identificado, con el argumento de que “no habrá piedad contra Ucrania”. En fin, es la..... (sigue leyendo en Blog Mi punto de vista, http://jorgecremades.blogspot.com.es/)