MAREANDO LA PERDIZ

                         Tanto PP como PSOE andan mareando la perdiz sobre la renovación de los órganos institucionales de la Justicia, mientras el Gobierno, con toda la razón del mundo, advierte al CGPJ contra el bloqueo del TC con el argumento de que “no puede hacer política”, pero olvida que el Ejecutivo a su vez tampoco puede hacer Justicia por su cuenta y riesgo, al convertir, por ejemplo, el indulto en una especie de tribunal superior de apelación que modifica las sentencias firmes del Tribunal Supremo, para cambiar sustancialmente el destino de los condenados, cuando semejante prerrogativa del Ejecutivo está diseñada para casos muy excepcionales y muy concretos, y bajo determinados requisitos que muchas veces el Ejecutivo no contempla a la hora de indultar. Si los requisitos para renovar cuando corresponda tanto el CGPJ como el TC, o cualquier otro organismo constitucional, no son eficaces al requerir el consenso mayoritario de los partidos políticos, que, hoy por hoy, sólo PP y PSOE pueden garantizar, pónganse ambos partidos de acuerdo para diseñar otra forma distinta para renovarlos en lo sucesivo, pero lo que el Ejecutivo no puede hacer en ningún caso es cambiar las reglas de juego a mitad del partido porque la oposición obstaculiza dicha renovación. Es un juego sucio, democráticamente hablando, por parte del Gobierno, que opta por modificar el proceso de renovación al margen de lo establecido, y es un juego sucio por parte de la oposición, en este caso del PP, por bloquear sistemáticamente la renovación de los órganos de dirección de la Justicia y del TC, aprovechando que los mecanismos establecidos así se lo permiten por impresentable que sea su postura. Y como muestra de seguir mareando la perdiz con el objetivo de PP y PSOE, y por supuesto del Ejecutivo, de tener mayoría en el Constitucional y en el CGPJ, vaya usted a saber para qué, Feijóo acusa a Casado y García Egea, el anterior Presidente del PP, de ocultar un pacto secreto sobre el Poder Judicial, suscrito con el PSOE, que ahora sale a relucir, y Feijóo, como nuevo líder del PP, responde a las presiones de Sánchez y su Ejecutivo de que cumpla dicho acuerdo para renovar el gobierno de los jueces, que “no vamos a dejar que nos amenacen”, mientras Podemos, cogobernante con el PSOE sanchista, quiere aislar al PP y conseguir como sea que la izquierda controle el órgano constitucional. En definitiva, seguir mareando la perdiz por parte de unos y otros mientras la independencia de los jueces sigue en entredicho con sus órganos de dirección en funciones y, por tanto, con limitaciones importantes en sus competencias, cuando lo urgente y necesario es que PSOE y PP se pongan de acuerdo y, con luz y taquígrafos, que no secreto, decidan desbloquear algo que es consustancial en democracia, como es, la independencia verdadera del Poder Judicial, frente al Ejecutivo y al Legislativo. ¿Es tan complicado y difícil entender esto? Entretanto nadie entiende este asunto cuando el Ejecutivo, con mayoría o no en el TC, usa el indulto como arma arrojadiza contra la Justicia para hacer política, como ha sucedido con los soberanistas condenados y como, al parecer, va a suceder con algunos de los condenados por los ERE en Andalucía, quienes avisan de que “sería un agravio indultar sólo a Griñán”, mientras sus abogados preparan un alud de peticiones de medidas de gracia al Gobierno si no prosperan los pertinente recursos, en tanto que crece el malestar con el ex presidente de la Junta de Andalucía por escudarse en que “otras personas sí se lucraron”, cuando él era el principal responsable de lo que la Junta de Andalucía hiciera. Y es que, lamentablemente, el actual Gobierno de España, como hiciera con los secesionistas catalanes, deja entrever el..... (sigue leyendo en Blog Mi punto de vista, http://jorgecremades.blogspot.com.es/)