jueves, 27 de enero de 2022

NI LA PAZ, NI LA LIBERTAD SON GRATIS

                     La crisis de Ucrania pone de relieve que ni la paz, ni la libertad son gratis y por ello los pueblos que han conseguido convivir en regímenes de libertades, con la democracia como estandarte, deben luchar con uñas y dientes para consolidarlos frente a quienes entienden el totalitarismo impuesto por la fuerza como ideal de convivencia. No valen pues demagogias maniqueas de “buenos y malos”, para desviar la atención, agitando proclamas de “no a la guerra”, que sólo los liberticidas utilizan, pues los demócratas, amantes de la libertad, lo dan por hecho ya que llevan como signo de identidad la convivencia en paz, libertad y progreso, aunque saben que dichos conceptos siempre estarán amenazados por quienes tienen como bandera el autoritarismo para imponer como sea, incluida la fuerza y el sometimiento, sus sacrosantas ideas. Los ucranianos lo saben muy bien y por eso en Kiev, ante el creciente y descomunal acoso militar ruso en la frontera, ni hay miedo ni llamadas a la paz pues “todo lo que dicen que pasará lleva ocurriendo desde 2014” y, por tanto, “estamos acostumbrados a resistir”, después de haber sufrido, entre otras agresiones, la anexión por la fuerza de Crimea por parte de Rusia. Y todo porque la Rusia de Putin, añorando sus años de sovietismo totalitario, pretende imponer a las antiguas repúblicas, convertidas entonces en sus estados-satélite, que sigan obedeciendo sus dictados y no se consoliden como estados soberanos, renunciando, entre otras cosas, a la autonomía de ejercer la política exterior que consideren oportuna e impidiéndoles que intenten aliarse con el bloque europeo de la libertad representado por la UE y la OTAN, que, ante las agresiones rusas a Ucrania, se declara “en alerta” y envía refuerzos al Este, afirmando que tomará “todas las medidas necesarias” en defensa de sus socios y de la libertad soberana de los pueblos para decidir su destino, mientras Moscú aumenta la presión y da un ultimátum a Occidente, exigiendo a EEUU y a la OTAN que, por escrito, asuma sus demandas, a lo que EEUU y la OTAN responden que no aceptan sus condiciones ni vetarán la incorporación voluntaria de ex repúblicas soviéticas a la Alianza Atlántica, a la que, obviamente, nadie desde fuera dictará lo que debe hacer en el futuro. Así las cosas, con el  portazo a las demandas de Rusia, la pelota se sitúa ahora en el tejado de Putin ya que, como no podría ser de otra forma, “la puerta de la OTAN está abierta” y si Ucrania voluntariamente así lo quiere, como estado soberano que es, será bienvenido, como ya lo han sido otras exrepúblicas soviéticas. Biden, ante la advertencia de que la guerra contra Kiev está cada vez más cerca (evitarlo supondría someterse a los dictados totalitarios de Rusia) se prepara, junto a la OTAN y la UE, y envía tropas y material bélico para defenderse de la agresión de Putin, mientras algunos estados de Occidente van sacando..... (sigue leyendo en Blog Mi punto de vista, http://jorgecremades.blogspot.com.es/)

No hay comentarios:

Publicar un comentario