lunes, 17 de enero de 2022

GRIPALIZAR LA COVID

                     En plena efervescencia de records de contagios en la sexta ola de la pandemia por la variante ómicron, Sánchez, el cogobernante español con las CCAA en temas sanitarios, decide sumarse e incluso liderar la iniciativa de gripalizar la pandemia, es decir, de tratarla como una simple gripe, coincidiendo con algunos otros gobernantes de países de la UE frente al rechazo de la OMS y de la Agencia Europea del Medicamento y las reticencias de las CCAA. Inmediatamente Casado, el jefe de la oposición, rechaza la iniciativa porque “la pandemia sigue causando muchos muertos” y reclama “un cambio” para que los médicos no se ocupen de la “burocracia” que supone tramitar bajas y altas médicas, mientras el gallego Feijóo advierte de que la enfermedad no cambia de fase “por decreto” y Sánchez añade que el cambio de fase “no va a ocurrir de un día para otro” y que se hará “con todo el rigor científico” y en cooperación con la UE, lo que, dados los antecedentes de aquel inexistente “comité de científicos” anunciado por Simón en la primera ola, genera más incertidumbres que certezas, mientras los expertos avisan de que muchos casos positivos de covid no están siendo ni siquiera registrados de forma oficial por falta de recursos y atención a estos pacientes, con carácter más leve pero infectados igualmente. Entretanto no son pocos, entre ellos la Sociedad Española de Médicos de Atención Primaria, quienes sostienen que lo más urgente es solucionar el atasco en los centros de salud ya que hoy por hoy es precipitado hablar de un futuro plan que considere el coronavirus como una simple gripe, pues con doscientos muertos diarios no lo es y no está claro cuál será su evolución. En definitiva, la precipitada apuesta de Sánchez, como otras anteriores a que nos tiene acostumbrados, suena más bien a demagogia o a confundir los deseos con la realidad para evitar eludir responsabilidades sobre lo que está pasando. Paradójicamente esta urgencia precipitada por “gripalizar” la pandemia choca con el retraso en fijar el precio de los test de antígenos que, por fin, el Gobierno fija en un precio tope de 2´94 euros (más caro todavía en un 50% que en Europa) cuando lo razonable hubiera sido fijarlo antes de la Fiestas navideñas en que los españoles han tenido que pagar precios desorbitados por ellos en plena demanda de los mismos por razones obvias. Y lo impresentable es que el Gobierno pague, con el dinero de todos los españoles y en plena crisis económica, ocho millones de sobrecoste por test de antígenos al adquirir cinco millones de pruebas a 3´1 euros por unidad justo una semana antes de imponer por fin el precio máximo en 2´94 euros para su venta al público y sólo en farmacias, contra lo que hacen otros vecinos permitiendo que se vendan en grandes almacenes también. El PP por su parte pide que la ministra Darias explique en el Congreso la compra de los test a ese precio cuando a los pocos días decide el Ejecutivo ponerlos a la venta más baratos. Mientras tanto los sanitarios ganan la..... (sigue leyendo en Blog Mi punto de vista, http://jorgecremades.blogspot.com.es/)

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