jueves, 6 de enero de 2022

DILEMAS DEL GOBIERNO

                     Cuando desde la oposición se utiliza la demagogia para minar o derribar al Gobierno de turno, si se consigue el objetivo y, por tanto, se accede al Gobierno, a los demagógicos nuevos gobernantes se les presenta un dilema a la hora de cumplir lo prometido, especialmente si los datos reales avalan y ponen en evidencian que sus propuestas eran mera demagogia. Es el dilema esencial que tiene hoy, entre otros dilemas de menor trascendencia, el Gobierno de coalición sobre qué hacer con la polémica reforma laboral, que no derogación, ya que, tanto PSOE como Podemos, cuando estaban en la oposición, usaron como arma arrojadiza contra el Gobierno de entonces la “perversa” reforma laboral que Rajoy había hecho con la malvada intención de “abaratar el despido” y, como con dicha reforma se comenzó a generar empleo desmintiendo así su perversidad, argumentaron que el empleo que generaba (dato indiscutible frente a la situación anterior en tiempos de Zapatero) era precario y temporal, por lo que prometían ambos partidos que si llegaban al poder, como así ha sido, derogarían ipso facto la perversa reforma de la maldita derecha (eran los argumentos utilizados). Sin embargo, tras el acceso al poder de Sánchez en 2018 mediante una moción de censura y la posterior revalidación en las urnas del actual gobierno de coalición PSOE-Podemos, todavía sigue vigente la “perversa” reforma laboral de 2012, con la que, paradójicamente, se acaba de lograr un nuevo récord de empleo en España que en 2021 recupera todo el trabajo perdido por la pandemia, justo cuando, por fin, el Gobierno consigue pactar con los agentes sociales no derogar la maldita reforma anterior, tal como exige la UE y la CEOE, lo que, curiosamente, rechazan, al menos de boca para afuera, los partidos que en su día apoyaron la investidura de Sánchez y sostienen su Gobierno de coalición minoritario. En efecto, con la todavía vigente reforma laboral de 2012 se crean 776.000 puestos de trabajo en 2021, la mayor cifra desde 2005, mientras que el paro registrado cae al nivel de 2007, aunque cabe seguir criticando, sin culpar a nadie (contra lo que hizo Sánchez e Iglesias en su día), que dicho empleo sigue adoleciendo de exceso de temporalidad y precariedad (sólo un 10% de los contratos son indefinidos, en esta ocupación que en 2021 tiene un alza del 4%, la mayor en 16 años), que se arrastra el lastre del escaso tirón del sector industrial y que el tirón se debe gracias al sector público y los ERTE, donde se mantienen, sin contar como parados, más de 124.000 personas. Y mientras las empresas comienzan a ajustar sus plantillas para afrontar la actual reforma laboral, que no derogación, el Gobierno busca encajar a sus socios en dicha reforma, mareando la perdiz, con el valor del convenio autonómico y su prevalencia sobre el convenio estatal, pues, ya que no se deroga la “maldita” reforma de 2012, hay que..... (sigue leyendo en Blog Mi punto de vista, http://jorgecremades.blogspot.com.es/)

 

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