miércoles, 12 de febrero de 2020

TRANSPARENCIA, PARA LA OPOSICIÓN

                    Es evidente que la transparencia política queda reservada a peticiones inútiles cuando se está en la oposición y deriva en negativas tajantes cuando se gobierna; así lo han venido haciendo los sucesivos gobiernos, tanto socialistas como populares, y ahora no iba a ser menos con el gobierno social-comunista de Sánchez. Pero, cuando la falta de transparencia se traduce para la opinión pública en discrepancias y explicaciones diversas de los ministros, nada mejor, como ha hecho Sánchez el fin de semana, que intentar que el bochorno no vaya a más reuniendo a todos los miembros de su Gobierno en una especie de jornadas de convivencia. En efecto, el Presidente lleva a los ministros en autobús a la toledana finca de Quintos de Mora para demostrar una aparente sintonía idílica en dicha convivencia en la que se trató de unificar la agenda y limar las discrepancias surgidas en este corto periodo de tiempo de ejercicio del poder, escenificando unidad inquebrantable en el Gabinete. Y, de momento, parece que semejante ejercicio terapéutico ha dado resultados positivos pues, no ya todos los miembros de Gobierno, sino además el variopinto grupo de partidos periféricos que le apoyan, han cerrado filas en el Congreso, vetando que las Cortes investiguen el peliagudo “caso Delcygate”, como algunos califican al oscuro encuentro del ministro Ábalos en Barajas con la vicepresidenta del Gobierno de Maduro (¡qué decían todos estos a Rajoy cuando eran oposición….y cómo actúan ahora!). Así las cosas los españoles desconocerán por qué Moncloa apartó a Exteriores del asunto y le endosó el marrón a Ábalos, por qué éste aceptó el encargo envenenado del entorno de Sánchez y las seis versiones diferentes del ministro sobre tan delicado asunto, intentando camuflar la verdad con contradicciones y mentiras flagrantes, mientras alguno se preguntan si un ministro que miente de forma evidente (negando al principio el encuentro para ir admitiendo a cuentagotas que lo hubo) debe seguir detentando tan alto cargo cuando en cualquier país de la UE por mucho menos un ministro hasta deja la política. No obstante Ábalos sigue atrapado por el caso, por más que el Gobierno haya evitado que explique en el Senado todos los detalles del encuentro y, sobre todo, por qué y para qué acudió al mismo, pues los ciudadanos, entretanto, somos condenados a movernos en el terreno de las elucubraciones. Y mientras Guaidó, sin haber sido recibido por Sánchez en España, es agredido por las turbas chavistas en su regreso a Venezuela, hasta el Comisario Borrell, que reconoce que Delcy Rodríguez tenía prohibida “la entrada y el tránsito” por España, defiende en la Eurocámara la actuación de Ábalos con el truco de que la Comisión no es competente para investigar dicho asunto como le pedían los eurodiputados de la oposición. De momento pues, el Gobierno bloquea la investigación a su ministro impidiendo crear una Comisión parlamentaria con el apoyo de los independentistas, para que todo siga en el oscurantismo y no en la transparencia. Es el cínico e irresponsable juego político enraizado con..... (sigue leyendo en Blog Mi punto de vista, http://jorgecremades.blogspot.com.es/)

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