domingo, 23 de febrero de 2020

TRANQUILIDAD ENORME

                        Dice Ábalos, respecto al Delcygate, “tengo una tranquilidad enorme”, mientras Sánchez descarta su dimisión y cierra filas con el PSOE y con su gobierno de coalición, lo que, sin lugar a dudas, es motivo de tranquilidad personal para el ministro. Sin embargo, la oposición, como es comprensible ante esta perita en dulce que le brinda el Gobierno con sus errores, no suelta un asunto que, en caso de haber sido claro y diáfano, ya debiera estar durmiendo el sueño de los justos. Y es que no dejan de aparecer nuevos datos, no desmentidos, sobre el encuentro entre el ministro español y la vicepresidenta chavista en Barajas, nuevos datos como que Interior, que también dio una versión distinta, preparó la llegada de Delcy Rodríguez al aeropuerto 24 horas antes, cuando el Ministerio de Marlaska avisó anunciando la llegada de la venezolana, ocultando que tenía prohibido entrar en España a pesar de que en diciembre ya había hecho otro intento, y que Ábalos se aseguró de que la líder chavista tuviera una “sala adecuada” para pasar la noche, cuando el Gobierno ha venido sosteniendo hasta ahora que no supo nada hasta cuatro horas antes de la llegada del avión. No obstante, Ábalos, se blinda con un policía “afín” en plena ebullición del caso y releva como “Jefe de Seguridad” de Fomento al Coronel de la Guardia Civil Ignacio Alcázar por el inspector Rubén Eladio López Martínez, número dos en Asuntos Internos con el comisario Martín Blas y conocido sindicalista, mientras, según la declaración jurada del vigilante de seguridad de la terminal ejecutiva de Barajas, “trasladaron dos carros con maletas sin pasar ningún control de aduanas”, cuando dichas maletas sin control no eran “valija diplomática”, con lo que se violaba el Tratado de Viena, pues el equipaje de la vicepresidenta debió ser inspeccionado en el aeropuerto. También se conoce que La Moncloa presionó inútilmente a Macron para que no recibiera a Guaidó, pues después del encuentro en Barajas, el Gobierno se movilizó para que los mandatarios de Francia y Alemania rebajaran la visita del presidente encargado de Venezuela porque es lo que iba a hacer Sánchez con él en España; y se publica además que Moncloa ocultó a Portugal que Delcy cruzó su espacio aéreo, impidiendo que el Gobierno luso pudiera haber obligado al Falcon a desviar su ruta, cuando el Gobierno de Venezuela había comunicado a Exteriores el plan de vuelo de su delegación tras despegar el avión y España debió advertir al país vecino que la “número dos” de Maduro violaría las sanciones de la UE. Demasiadas incógnitas no resueltas, demasiadas verdades a medias o mentiras que, hechas públicas, han de ser aclaradas para acabar de una vez por todas con este feo asunto y que, mientras tanto, contradicen la “tranquilidad enorme” de Ábalos, salvo que se refiera en exclusiva a la garantía de que Sánchez no le va a cesar por el asunto, que se le había encomendado y que los ciudadanos tienen derecho a conocer. En cualquier otro país europeo democrático, tras las mentiras y contradicciones vertidas por el Gobierno, sus principales protagonistas ya habrían dimitido o habrían sido cesados…..aquí...... (sigue leyendo en Blog Mi punto de vista, http://jorgecremades.blogspot.com.es/).

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