lunes, 12 de marzo de 2018

HASTA SIEMPRE, GABRIEL


                        Hace exactamente diez años en un artículo titulado “HASTA SIEMPRE, MARI LUZ” (publicado en el Diario Las Provincias el 2-4-2008 y colgado en mi Blog Ojo crítico, http://jcremadesena.blogspot.com.es/), cuya lectura recomiendo en su totalidad, comenzaba diciendo: Los últimos acontecimientos respecto al trágico destino de Mari Luz, la niña onubense presuntamente asesinada por un paidófilo que, con antecedentes penales y penas pendientes por cumplir, compartía vecindad en plena libertad con su nueva víctima, requieren una profunda reflexión sobre esta sociedad, cada vez más enferma, en la que, una vez más, con grandes dosis de hipocresía sobre el amparo de los derechos de los delincuentes, se manifiesta incapaz de proteger los derechos fundamentales del resto de los ciudadanos, incluso el más fundamental de todos, el derecho a la vida, como es el caso, la vida de una persona totalmente inocente, una niña pequeña incapaz de mostrar cualquier tipo de resistencia frente a tan monstruoso asesino. No se trata de un caso aislado e inevitable, sino de uno más entre una serie de monstruosidades, cada vez más frecuentes, protagonizadas por personajes que, enfermos o no, en todo caso, no debieran estar en libertad. Es el momento idóneo para la citada reflexión ya que por estos días se están conformando las nuevas Cortes Generales, institución que, a todas luces, es la única que, de una vez por todas, puede y debe dar un giro radical a las leyes penales y penitenciarias de este país. Me temo, sin embargo, que no va a ser así, hay por lo visto asuntos más importantes que resolver".  Y concluía mi artículo manifestando: Por cierto, en estos trágicos días también se ha hecho pública la noticia de que el famoso asesino del rol (quien en su declaración describía fríamente y con todo lujo de detalles las dificultades que hubo de superar hasta acabar con la vida de su corpulenta víctima) puede salir en libertad por buena conducta; así lo han hecho otros muchos. Todavía estamos a tiempo, desde el respeto más profundo a nuestra democracia, de diseñar un futuro en el que a ninguna otra víctima inocente tengamos que decirle, como hacemos hoy, “Hasta siempre, Mari Luz”. ¿Qué nombre tendrá la próxima víctima?”. Me temo que diez años después seguimos igual o, incluso peor, pues el próximo jueves se pretende derogar en el Congreso la pena de “prisión permanente revisable” (reciente avance por cierto en nuestro Código Penal), lo que volverá a permitir que, por largas que sean las condenas y aunque se cumplan en su totalidad, los autores de tamañas monstruosidades volverán a gozar de libertad, reinsertados o no, poniendo en grave riesgo los derechos fundamentales de los demás, entre ellos, el principal de todos, el derecho a la vida, por el que, precisamente, se ampara que en ningún caso se practique la pena de muerte, pero sí debiera practicarse la de privación de libertad mientras no haya ciertas garantías de que semejantes monstruos se hayan reinsertado a la sociedad. Hemos aprendido bien poco en estos años y, tras diez años de no pocas monstruosidades (en las que siempre he apelado a tomar medidas legales al respecto), hoy me veo de nuevo obligado a.... (sigue leyendo en Blog Ojo crítico, http://jcremadesena.blogspot.com.es/ y Blog Mi punto de vista, http://jorgecremades.blogspot.com.es/ )

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