En medio del caos que se
está generando entre el siniestro mundo soberanista destacan, entre otros
coleguillas, dos personajes que hacen bandera de la demagogia política sin
recato alguno; se trata de Romeva y de Guardiola. El exconseller tiene la jeta
de decirle a los catalanes que “si gana el bloque del 155, volveremos a la
oscuridad del fascismo” y el entrenador, metido a político, desafía a las
instituciones que gobiernan el fútbol, manifestando que le importa un pito si
le sancionan o no por exhibir el famoso lazo amarillo en favor de los “presos
políticos” ya que los Jordis, según él, están en la cárcel simplemente por
“pedir votar” de forma “pacífica”. Es decir, que si ganan quienes aplican la
Constitución, garantía de democracia en un Estado Democrático de Derecho, es
una llamada al fascismo y, si ganan quienes se la saltan a la torera, es decir,
los fascistas, supone una garantía para las libertades y los derechos
democráticos, recogidos en ninguna parte salvo en las mentes totalitarias y
benéficas de sus gobernantes dictadores, gracias a su superior sapiencia y
bondad; y, es decir, que los “pacíficos” Jordis y el resto de encarcelados e
investigados, que llevan años votando y defendiendo las ideas que consideran
convenientes, están en prisión porque no se les deja votar y no pueden expresar
sus ideas, por lo que son “presos políticos” y no por sus presuntos graves
delitos de desacato a la ley y a los tribunales e incitar a la violencia, lo
que les convierte en presuntos delincuentes, cuando les hemos visto arengar a
las masas y destrozar coches policiales para que eviten hacer su trabajo las
fuerzas de orden público y los tribunales de Justicia. En fin, el mundo al
revés y de mentira. No extraña que personajes como Boadella, poco sospechoso de
enfermizo españolismo, diga “me da vergüenza ser catalán y no me había pasado
nunca”; ni que otras personas que se ganan la vida honradamente, como los
padres de Albert Rivera, contesten a quienes les preguntan por su valentía
“¿valientes?, no; es que hay que comer” resignándose al ver reiteradamente
atacada su tienda en Granollers; ni que el pacto de no agresión entre los
separatistas durante la campaña empiece a agrietarse, ya que Junts per
Catalunya y ERC se disputan la futura presidencia gane quien gane, pues
Puigdemont pide ser “president” si hay mayoría soberanista y ERC, que se ve
vencedora, lo rechaza, aunque, en realidad, pasadas las elecciones si los
resultados lo posibilitan llegarán todos, incluida la CUP, a un acuerdo, como en
el pasado, para volver a proclamar de nuevo y de forma unilateral la
independencia de Cataluña. Y mientras Sánchez hace una llamada a la
movilización para ir a las urnas porque “si tú no vas, ellos se quedan”, Rajoy,
consciente de que... (sigue leyendo en
Blog Mi punto de vista, http://jorgecremades.blogspot.com.es/)
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