sábado, 2 de diciembre de 2017

ANOMALÍA DEMOCRÁTICA


                        Dice Ada Colau en televisión que es una “anomalía democrática” tener candidatos presos, cuando la “anomalía democrática”, aunque ella lo oculte y no lo diga, es que en un Estado Democrático, como es España, haya gobernantes, que actúen al margen de la Legalidad democrática que les legitimó en su día y, por tanto, se deslegitimen como tales, delinquiendo de forma flagrante, como es el caso de los políticos presos, que no “presos políticos”, para tener que dar cuenta ante la justicia de sus presuntas fechorías al igual que sucede con cualquier otro hijo de vecino que sea presunto delincuente. Y dice esto Colau mientras su socio Pablo Iglesias, plegándose a los deseos de Rufián (es decir, mientras Podemos, sometiéndose a ERC), hace seguidismo del independentismo y recurre paradójicamente la aplicación del constitucional artículo 155 al Tribunal Constitucional pues a sus amigos separatistas de ERC le faltan votos en el Congreso de los Diputados para poder hacerlo. Y todo ello, mientras Puigdemont se erige desde Bélgica en el único “defensor” del ilegal “procés”, reivindicándose ante la previsible excarcelación de Junqueras y los exconsellers encarcelados, quienes han declarado ante el juez en el Supremo y quedan a la espera de que decida sobre el asunto el próximo lunes. Mientras tanto, en un puente de la carretera C17, en el tramo que une las localidades catalanas de Tona y Malla, aparecen muñecos colgados boca abajo con emblemas del PP, Ciudadanos y PSC (los partidos constitucionalistas españoles democráticos), junto a unas pintadas pidiendo la liberación de los “presos políticos” (que no es lo mismo que políticos presos), en una especie de “asesinato simulado” al estilo narco, para generar, mintiendo, más odio a todo lo español. Esto sí es una auténtica “anomalía democrática”, aunque desde las filas totalitarias soberanistas nadie lo diga. Y es que desde 1990 hasta nuestros días, se ha venido desarrollando, sin que el Estado Español haya hecho nada para evitarla hasta la aplicación del artículo 155, una abominable estrategia de construcción del enemigo español para Cataluña, pues en aquella fecha el Govern de Jordi Pujol, mientras presuntamente robaba para echar luego las culpas del latrocinio a España, encargó a un grupo de intelectuales catalanes un documento titulado “La estrategia de la catalanización” situando a España y a los españoles como el eje de todos los males pasados, presentes y futuros, e iniciando así un largo periodo de creación artificial de agravios a base de inexactitudes, verdades a medias y mentiras, cuya nociva y perversa cosecha estamos recogiendo ahora todos, incluidos especialmente los catalanes. No en vano el escritor catalán Eduardo Mendoza, dice que “especialmente en Cataluña, la figura de Franco se saca en procesión para invalidar al contrario”. Y no le falta razón, no sólo en Cataluña, sino en... (sigue leyendo en

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