En plena polémica por el
deseo de la oposición de derogar la reforma laboral frente a la propuesta del
Gobierno de, en todo caso, alcanzar un consenso para reformarla, que no
derogarla, mejorando aquellos aspectos más negativos de la misma, la realidad
se impone (o debiera imponerse) pues los datos objetivos no dejan lugar a
dudas. Y los datos objetivos sobre la creación de empleo, principal objetivo
según todos los partidos políticos, revelan que con la actual reforma laboral
se ha dado la mayor subida de la afiliación a la Seguridad Social desde la
crisis (siendo dicha subida a la SS la más importante en una década) y la mayor
caída del paro en medio siglo, siendo el año 2016 un año histórico para el
empleo ya que cada día se crearon cerca de 1.500 puestos de trabajo, lo que
supone sacar del desempleo a un total de 390.534 personas. Por tanto, si la
reforma laboral, que busca tumbar la oposición simplemente porque la decidió el
PP cuando tenía mayoría absoluta, ha ocupado a más de un millón de ciudadanos
en cuatro años, y si 2016 marca una histórica caída del paro concluyendo con el
mayor descenso del mismo de la historia, es obvio que el Gobierno, cargado de
razón, pese a que a algunos no les guste, enarbole los buenos datos objetivos
para intentar apuntalar dicha reforma laboral, su reforma, dejando a la
oposición en evidencia por su pretensión de derogarla. Cierto que la
precariedad del empleo creado ensombrece el éxito de la reforma que,
obviamente, es mejorable, por lo que la propuesta del Gobierno de buscar un
consenso de cara a una mejor calidad del empleo generado cobra aún más fuerza
ya que la flexibilidad gubernamental para modificar los aspectos negativos de
la actual situación contrasta con el empecinamiento de la oposición de
derogarla, sí o sí, a toda costa, haciendo caso omiso a una realidad
indiscutible de la situación actual como es su potencial de creación de empleo
que ni siquiera los propios sindicatos se atreven a negarlo. Si se derogase,
como pretende la oposición con el PSOE a la cabeza, o se generaría un vacío
normativo o se regresaría a la legislación anterior a la reforma hecha por el
PP que desgraciadamente tiene el record de haber generado la mayor cantidad de
paro de todos los tiempos. Así era la cruda realidad entonces (destrucción
alarmante del empleo por mucha calidad que garantizara la normativa) y así es
la realidad actual (generación histórica de empleo pero de peor calidad) lo que
supone que, si el principal problema... (sigue leyendo en Blog Mi punto de vista, http://jorgecremades.blogspot.com.es/)
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