Coincidiendo con la
publicación de un sondeo de Metroscopia, que pone de relieve que el fin del
bloqueo frena al PP y ayuda al PSOE a recuperarse, reduciéndole la ventaja que
tenía Podemos en casi tres puntos (los resultados serían: PP 33´2% de los
votos, Unidos Podemos 21´7%, PSOE 19´1% y Ciudadanos 15´5%) y coincidiendo con
un ambiente de debates internos en los distintos partidos políticos, se celebra
la Cumbre de Presidentes de las CCAA tras cinco años sin convocarse, lo que
pone de relieve, como sucede en otros asuntos, que gobernar en minoría no es
ninguna catástrofe siempre que los diferentes actores actúen con
responsabilidad y en beneficio del bien general. Lamentablemente dos ausencias
(la de Urkullu y Puigdemont) han enturbiado políticamente el indiscutible éxito
de dicha cumbre, cuya convocatoria en sí misma ya es positiva al poner sobre la
mesa los diversos y divergentes problemas que tienen los gobernantes en los
distintos territorios autónomos. Positivo además que en esta Cumbre se haya
llegado a un pacto para buscar un nuevo modelo de financiación autonómica
pactada, pues Rajoy acuerda con dicha conferencia de Presidentes crear otro
sistema en 2017 y acepta dar estabilidad a la Cumbre con obligadas
convocatorias anuales, tras cinco años sin hacerlo. En este sentido el Gobierno
espera alcanzar un acuerdo con las CCAA antes de finalizar el año, aunque
advierte de que la recaudación es 20.000 millones menor que en 2007, dato a
tener en cuenta obviamente, y rechaza, lógicamente, el diálogo bilateral al
efecto que le pide por carta Puigdemont (por cierto, en castellano y con faltas
de ortografía), con quien está siempre dispuesto a dialogar como con el resto
de Presidentes, advirtiendo que se impulsará el nuevo modelo de financiación
“con o sin Cataluña”, a cuyos gobernantes invita a participar en la Cumbre que
tiene las puertas abiertas a todos para que entre todos resuelvan los problemas
de todos. Y, en fin, que cada quien asuma ante los ciudadanos sus
responsabilidades en la tarea de blindar el Estado autonómico que los
españoles, incluidos catalanes y vascos, nos hemos dado. De momento la Cumbre
apuesta por reforzar la cooperación y esquiva la reforma de la Constitución,
demostrando buena sintonía entre los asistentes aunque se atisba una guerra de
impuestos entre aquellas CCAA con mayores cargas fiscales, como Andalucía, y
las más ligeras, como Madrid, mientras el valenciano Puig sostiene que “hay que
mutualizar la deuda de las CCAA para partir de cero”. Con este ambiente de concordia
(excepto por parte de nacionalistas e independentistas vascos y catalanes) se
pretende... (sigue leyendo en Blog Mi punto de vista, http://jorgecremades.blogspot.com.es/)
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