domingo, 22 de enero de 2017

LA ERA NACIONAL-POPULISTA


                        Con la investidura de Donald Trump como Presidente de EEUU, y dado el liderazgo ya discutible del país a nivel mundial, se inaugura sin duda alguna una nueva era política, la era nacional-populista. Basta citar algunas de las frases de su retórico discurso para despejar sus prioritarios objetivos: “transferimos hoy el poder de Washington al pueblo, el establishment se ha protegido a sí mismo, no a los ciudadanos”; “América, primero”, y llama a comprar productos estadounidenses; “una nueva visión de gobierno” mientras promete el renacimiento de EEUU; “tenemos que proteger nuestras fronteras de los que quieren robarnos las fábricas y destruir nuestros empleos”; “la riqueza de la clase media ha sido expoliada de nuestros hogares y se ha redistribuido por el mundo”…. Así el multimillonario magnate al frente de su Gobierno de multimillonarios dice que defenderá al pueblo y a las clases medias y, para demostrarlo, lo primero que hace es firmar su primera orden ejecutiva instruyendo a las agencia gubernamentales para que “alivien las cargas del Obamacare”, es decir la reforma de salud impulsada por Obama, lo que supone dejar sin coberturas sociales y sanitarias a millones de norteamericanos, que, al parecer, no conforman el pueblo a quien va a devolver el poder. Entretanto decenas de personas eran detenidas en la capital como preludio de los cientos de miles que al día siguiente protestaban contra él en todo el mundo, evidenciando la multitudinaria manifestación de Washington la división de EEUU. No sabemos si, como dicen algunos, las exitosas manifestaciones populares de rechazo en diversas ciudades, organizadas en todo el mundo, y el indiscutible éxito de la “marcha de mujeres” en Washington, sólo un día después de su investidura, significa que el populismo se vuelve contra Trump, que da los primeros pasos para desmantelar el legado de Obama; pero sí sabemos que justo ese mismo día (es decir, ayer) los líderes europeos de la extrema derecha (entre ellos Le Pen, Wilders o Petry) celebran una reunión y, al abrigo del gobierno de Trump, que acogen con júbilo, vaticinan una “nueva era de patriotismo” en Europa que desgraciadamente recuerda la oleada de ultra-nacionalismo europeo del primer tercio del siglo pasado. También sabemos que... (sigue leyendo en Blog Mi punto de vista, http://jorgecremades.blogspot.com.es/)

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