miércoles, 3 de enero de 2024

UN HORIZONTE DE INCERTIDUMBRES

                         Ha llegado 2024, un año electoral sin lugar a dudas (más de 70 países habrán de someterse a las urnas) y, por tanto, plagado de incertidumbres, en que la eclosión de los extremismos, y en especial de la extrema derecha, va a poner a prueba a las instituciones europeas, cada vez más tensionadas. Un horizonte de incertidumbres sin lugar a dudas que, tanto en España como en Europa, pondrá a prueba la madurez de los ciudadanos a la hora de apostar por políticas moderadas viables alejadas de falsas soluciones radicales y populistas que, al final, sólo traen frustración y desencanto a la ciudadanía, siendo el más indeseable caldo de cultivo para el triunfo de los totalitarismos populistas indeseables, por muy disfrazados de democracia que se presenten en las urnas con soluciones mágicas inexistentes para resolver los problemas que tienen los ciudadanos. Y todo ello, entre otros conflictos, en plenos ataques terroristas en el Mar Rojo, que amenazan el comercio mundial (exportadores españoles ya avisan de un incremento del 170% en los costes de las rutas alternativas para evitar cruzar por el Canal de Suez) y en plena guerra en suelo europeo (además de tantas otras guerras y conflictos olvidados a lo largo y ancho del mundo), que amenaza seriamente el futuro de la propia Unión Europea, es decir, el mayor espacio político del mudo democrático, en que los problemas se resuelven por la fuerza de la razón y no por la razón de la fuerza. Así las cosas, Irán desafía a EEUU enviando un destructor a la zona de conflicto en el Mar Rojo para apoyar a los terroristas hutíes, mientras Israel mata en Beirut, la capital de Líbano, al terrorista Salah al Aruri, número dos del grupo terrorista Hamás, en sangrienta guerra con Israel y mientras Putin recrudece su terror aéreo en Ucrania con una ofensiva de drones kamikazes sin precedentes contra las principales ciudades ucranianas. En definitiva, una escalada de violencia, en pleno revés judicial a Netanyahu (el Supremo israelí anula su ley clave para su reforma judicial), quien desafía a Hizbulá en Beirut, matando al “dos” de Hamás, lo que apunta a una extensión del conflicto árabe-israelí, en plena pérdida de influencia de EEUU en el orden internacional e incrementa las incertidumbres sobre el actual orden mundial en plena decadencia. Así se estrena este 2024 electoral en términos de política internacional, mientras también cabe añadir que en estos días ha abdicado sorprendentemente la reina Margarita de Dinamarca dando paso al trono a su hijo Federico X; que un potente terremoto en Japón activa la alerta de un tsunami y un choque de dos aviones en el aeropuerto japonés de Haneda deja cinco muertos y 359 evacuados; y que en Argentina el presidente Milei purga al Ejército con la retirada de 22 generales lo que supone la renovación más drástica en veinte años, en plenas manifestaciones callejeras cuando, paradójicamente, los argentinos, hartos del populismo peronista, acaban de otorgarle al populista Milei una mayoría amplia para presidir el país, apostando ahora con ello por el populismo de extrema derecha. Este es “grosso modo” el preocupante ambiente internacional que tenemos al iniciarse este año que comienza con demasiadas incertidumbres, tanto a nivel internacional como nacional, cuya evolución va a depender de la gestión que hagan los respectivos gobernantes en sus respetivos países.

            En cuanto a España se refiere las incertidumbres no se quedan atrás sino todo lo contrario, pues, aunque las elecciones generales y autonómicas han sido en 2023, los comicios gallegos, vascos y europeos habrán de celebrarse en 2024 que, obviamente, se convierte en año electoral, mientras los comicios catalanes, salvo sorpresas, serán poco después, ya en 2025. Y todo ello en pleno conflicto político tras los pactos de Sánchez con secesionistas y radicales a cambio de sus votos para que le apoyen después de una serie de concesiones que él mismo había negado en campaña electoral. En efecto, la aplicación de la polémica amnistía, el polémico regreso del prófugo Puigdemont, la polémica renovación del CGPJ y las urnas, entre otros, serán en España los asuntos que marcarán este inquietante año político que comienza, y sin duda el impacto en el PSOE de las cesiones de Sánchez al secesionismo quedarán reflejados en las urnas. El reto de Sánchez, especialista en meterse en verdaderos charcos y salir de ellos relativamente airoso, es ganar a la inestabilidad política que él mismo ha generado, pues a todo lo anterior, cabe añadir la necesidad de..... (sigue leyendo en Blog Mi punto de vista, http://jorgecremades.blogspot.com.es/)

 

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