domingo, 24 de diciembre de 2023

UN GOBIERNO A LA DERIVA

                         Me resulta patético este gobierno a la deriva que sufrimos en España ya que ni se hace respetar ni respeta a nadie, al extremo de que, ya puestos a depender del primero que pase a cambio de ceder a sus chantajes, que pagaremos todos los españoles, hasta el principal partido de la oposición le impone que lo que debiera ser una reunión normal entre Presidente del Gobierno y Jefe de la Oposición, ésta se celebre en un lugar “neutral”, tras ceder Sánchez a la imposición de Feijóo de que, en ningún caso se celebraría en Moncloa, que, como sede del Ejecutivo, debiera ser el lugar natural para hacerlo, y simplemente mediante una cita o convocatoria por parte del Presidente, incapaz lamentablemente de imponerse como tal, lo que hace insólita esta situación kafkiana, pues ¿acaso el Gobierno no es el Gobierno de todos y como tal debe actuar en todo momento y lugar?, ¿acaso Moncloa no es la sede del Gobierno de todos los españoles lo que garantizaría de antemano la neutralidad del lugar de la reunión? Pues bien, ya ven, por lo visto no es así, tras haber claudicado por mero interés personal del Presidente a todo tipo de imposiciones y chantajes de los partidos minoritarios secesionistas causando con ello un deterioro progresivo de credibilidad y desconfianza hacia el Gobierno cada vez más a la deriva siendo incapaz de hacerse valer no ya ante los partidos de oposición, sino también ante los partidos de coalición, supuestamente amigos, o aliados de la investidura, que le zarandean constantemente hasta llevarle a ninguna parte. En semejantes circunstancias, Sánchez, ante la insistencia de Feijóo de no acudir a La Moncloa, sale por peteneras y, en vez de poner de manifiesto que Feijóo no quiere acudir a la cita para tratar asuntos importantes y urgentes, cede diciendo al Jefe de la Oposición “para usted la perra gorda” como si se tratara de un juego de niños, con lo que al fin la esperada reunión para tratar de renovar el CGPJ se celebra en el Congreso de los Diputados, como exige Feijóo, y no en Moncloa, como debiera ser lo normal. Feijóo por lo tanto se sale con la suya al igual que se ha salido Junqueras, Otegi, Ortuzar y el mismísimo Puigdemont, prófugo de la Justicia, lo que es insólito en toda la UE, menos aquí. Es más, como sucede con todos estos personajes, Sánchez, además del lugar, acepta el orden del día que le remite Feijóo, quien, al igual que ellos, hace gala de la desconfianza absoluta hacia el Gobierno y le exige que haya un mediador para garantizar los acuerdos, en este caso será la propia UE, pues tras las mentiras o cambios de opinión del Presidente Sánchez ya nadie se fía de su palabra, ni siquiera de su palabra escrita, y, al efecto, necesitan que alguien, como una especie de notario, de fe de la misma y haga el seguimiento posterior de que lo pactado va a cumplirse. Este es el patético nivel y el prestigio que atesora este gobierno precario a la deriva que sólo busca la forma de capear el temporal a ver si por azar llegan tiempos mejores. Entretanto Puigdemont va a lo suyo e impone el pragmatismo dejando bien claro que, tras haber conseguido la amnistía (entre otros para él mismo) el siguiente paso es la consulta sobre la autodeterminación de Cataluña y que ésta la decidan sólo los catalanes; ya ven, como si mañana la Diputación de cualquier provincia española (o cualquier pueblo o capital) decidiera proclamarse independiente, contra los derechos del resto de los ciudadanos de España que ampara nuestra Constitución. El Gobierno lamentablemente no gobierna y, como una veleta, se dedica a claudicar y dirigirse hacia donde le indiquen los vientos en cada momento y lugar.

            Por tanto Sánchez y Feijóo, como si ambos fueran menores de edad, negociarán la renovación del CGPJ con mediación de Bruselas, ya que, al igual que sucede con ERC, Junts, etc etc para el PP dicho gobierno no es de fiar y se requiere que un mediador avale y garantice lo que ambos decidan pactar, mientras la reunión en el Congreso entre Sánchez y Rajoy sólo ha sido capaz de pactar la reforma del artículo 49 de la Constitución en el sentido de eliminar el adjetivo “disminuido”….algo es algo, ya ven. El líder del PP impone el cambio de modelo de elección de los vocales del Poder Judicial, mientras los jueces recogen con reservas la idea de la inédita intervención de la Comisión en el asunto y se blinda la reforma del artículo 49 para que no se cuelen otros cambios aprovechando que el Pisuerga pasa por Valladolid. Feijóo sienta a Sánchez ante la UE para despolitizar la Justicia, en plena sorpresa del PSOE por imponerle la mediación de Bruselas, para renovar el CGPJ, que lleva caducado varios años, mientras Moncloa confía en que...... (sigue leyendo en Blog Mi punto de vista, http://jorgecremades.blogspot.com.es/)

 

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