lunes, 23 de octubre de 2023

EL PUNTO DE PARTIDA

                         Lamentablemente son los secesionistas, socios de Sánchez, quienes no mienten ni cambian de opinión, tienen claro lo que quieren, ya sea legal o ilegal, y así lo dicen y reivindican, mientras quién miente y cambia de opinión según le conviene es el Presidente de Gobierno con su ambigüedad calculada para que le apoyen su investidura. En efecto, Aragonés comparece en el Senado y dice claramente que la amnistía no es el objetivo final sino que es “el punto de partida” pues “el destino es votar la independencia” y, reafirmándose en lo dicho, se marcha de la Cámara legislativa sin esperar a escuchar a los barones del PP defendiendo la igualdad de los españoles, ni a escuchar a los socialistas que ni siquiera asisten al encuentro en la Cámara Alta, donde en semejantes circunstancias, se responde al órdago del President catalán y al silencio de La Moncloa en pleno clamor autonómico contra la “indignidad” de Sánchez, que lamentablemente se blinda con más escoltas ante el rechazo progresivo de la calle, mientras la nutrida comitiva del Presidente, que llega a alcanzar las cien personas, contrasta con la discreción con que se mueven otros líderes europeos como el socialista alemán Schols o la derechista italiana Meloni. Así pues Aragonés ve la amnistía como un punto de partida para un referéndum pactado, que sería ilegal si no votan todos los españoles (y eso es lo que le debería responder el Gobierno), y obviamente los barones del PP lo utilizan para cargar contra Sánchez, que nada dice al respecto, mientras doce CCAA levantan un muro ante él por la “igualdad” que el Presidente no defiende, con lo que presidentes autonómicos que representan y gobiernan al 70% de la población española avisan que no permitirán “privilegios por apoyo a la investidura” y al respecto dice el andaluz Moreno que “ningún territorio es más importante que otro” y la madrileña Ayuso añade que “perpetra la mayor traición posible a un país”, España, mientras el catalán Aragonés reitera en el Senado que la amnistía sólo es otro paso más para votar “la independencia en Catalunya”, que sería ilegal, y son ya al menos cinco CCAA las que dicen que recurrirán al Constitucional si el Gobierno condona la deuda catalana y no la de ellas. Pero no queda ahí el asunto, pues, animado por este espectáculo bochornoso para cualquier país democrático que se precie, dice el presidente peneuvista Ortuzar, otro socio de Sánchez, en este caso de derechas, que “nos sentimos nación vasca y es la hora de resolverlo”, que “una de las tareas del PNV será limitar los excesos ideologizantes en la acción legislativa”, que “es el momento de que en Madrid haya voluntad para sacar la reforma del Estatuto” y que “hablamos de nación, garantías, soberanía y de quien arbitra en caso de conflicto”, obviamente todo ello referente a la nación vasca o catalana, que jamás conformaron un Estado propio a lo largo de la Historia, pero no referente a la nación española que se constituyó en uno de los primeros Estados modernos y que hoy, por decisión de todos los españoles deja en la Constitución todas esas cosas que Ortuzar dice que es de lo que se ha de hablar y cuya respuesta democrática se resume en una sola frase: respeto y acatamiento a la legalidad constitucional vigente y a sus procedimientos para modificarla. No en vano Rollán, Presidente del Senado, manifiesta que “la amnistía dejaría a España en un Estado fallido” pues, como dice Aragonés, sólo es “el punto de partida” para que el siguiente paso sea usurpar el derecho de todos los españoles (tu derecho y el mío) para que sólo unos pocos de ellos (de momento vascos y catalanes) decidan sobre el futuro de España, mientras por ese camino otras CCAA, con muchos más argumentos sobre derechos históricos que Cataluña y País Vasco, por haber sido al menos alguna vez Estados independientes (como Asturias, Aragón, Galicia, Andalucía, Valencia, León, Castilla, Mallorca…etc) podrían optar a independizarse con argumentos más solventes y entonces cabría preguntarse cuántos Estados independientes cabrían en este fallido Estado español y a continuación cuántos cabrían en una supuesta fallida UE o Europa. En fin, una locura que sólo es posible parar aplicando con contundencia la legalidad vigente en vez de pisotearla como se está haciendo en España.

            Y por si todo lo anterior no fuera suficiente, además Junts y ERC presionan para que Moncloa acepte un mediador o relator internacional, polémica figura que ya provocó en su momento una grave crisis interna en el PSOE y se rechazó, pero que ahora, la necesidad narcisista personal de Sánchez de ser investido deja la puerta abierta a semejante felonía aunque, de momento, se resiste a que seamos tratados como una república bananera menor de edad a la que hay que tutelar. ¿Caeremos en semejante bajeza antidemocrática? Esa es la cuestión. Entretanto Puigdemont pretende además negociar con..... (sigue leyendo en Blog Mi punto de vista, http://jorgecremades.blogspot.com.es/)

  

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