lunes, 6 de diciembre de 2021

CONSTITUCIÓN AMENAZADA

                     Desde que en 1983 con un Gobierno socialista, presidido por Felipe González, se declarara el 6 de diciembre como “Día de la Constitución”, mandando a las instituciones nacionales, territoriales y a las Fuerzas Armadas conmemorarlo “con la mayor solemnidad”, cada año los españoles hemos rendido homenaje a nuestra Carta Magna, sinónimo indiscutible de libertad y convivencia pacífica entre todos los ciudadanos que saben, o debieran saber, que sin este marco legal de derechos y deberes sólo cabe el caos y la ley del más fuerte (experiencia amarga que los españoles, desgraciadamente, hemos padecido a lo largo de nuestra historia). No en vano el entonces Presidente del Congreso, Gregorio Peces Barba, cuando llegó aquel primer 6-D se congratulaba de que “la maldición de la dialéctica amigo-enemigo y del odio como motor de la vida política” quedaba desterrada de la política española ya que “el derecho es el único cauce racional de ordenación de la vida social y tiene que ser respetado y acatado”. Hoy, varias décadas después y con el PSOE también en La Moncloa, se respira un ambiente preocupante pues este PSOE de Sánchez, que tiene poco que ver con aquel PSOE de Felipe, ha decidido incluir como socios y aliados de su gobierno a fuerzas nacionales y territoriales que no sólo no conmemoran la Constitución sino que además pretenden derribarla, comenzando por pulverizar sus bases de concordia, hijas del consenso político de entonces, con una reinterpretación de la Ley de Amnistía propuesta por PSOE y Podemos desde el propio Gobierno, que supone un peligroso revisionismo de la Transición que pone en riesgo las mismas bases de concordia que entonces inspiraron a la inmensa mayoría de españoles para salir del negro túnel de la dictadura y disfrutar del limpio paisaje de la democracia, lo que ha aportado a los españoles el periodo más largo y de mayor progreso en paz y libertad de toda su historia. No en vano otro clásico socialista, el ex ministro Virgilio Zapatero, advierte de que la ley de Amnistía fue “el cimiento de la Constitución” como pacto hecho entre todos para “mirar hacia adelante, no para olvidar”, y que, aunque se puede mejorar “siempre que se haga por las vías previstas, tocar esos cimientos es una operación mucho más delicada que supone una ruptura”, en definitiva, que se debe “evolucionar y reformar, pero sin afectar a los cimientos”, como es el caso, mientras otro viejo socialista Jerónimo Saavedra añade “me plantea cierta inquietud el revisionismo de sectores mal llamados progresistas” pues “no se puede gobernar en base a rencores sino a reconocimientos, y gracias a la Ley de Amnistía llevamos 43 años de democracia y Constitución” y reinterpretarla “supone acentuar la división de la sociedad en bloques y la historia demuestra que eso ha sido funesto para los españoles”. La ley de Amnistía, como sostiene el ex vicepresidente del Congreso por UCD, Bravo de Laguna, “no fue para olvidar el pasado sino para mirar hacia el futuro” concluyendo que “estamos en una deriva muy delicada y muy peligrosa para la política española y para su estabilidad porque revisar es fácil, pero llegar a consensos después, no es tan sencillo”. En definitiva, es preocupante que...... (sigue leyendo en Blog Mi punto de vista, http://jorgecremades.blogspot.com.es/).

 

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