lunes, 7 de junio de 2021

REBELIÓN AUTONÓMICA CONTRA SANIDAD

                     Cada vez es más patente que eso de la cogobernanza (eufemístico término para definir el caos) se hace imposible, tal como se deduce de las resoluciones de Sanidad para afrontar la desescalada de la crisis pandémica, aprobada en el último Consejo Interterritorial no por consenso sino por mayoría, pues siete de las CCAA se muestran contrarias a lo propuesto por la ministra Darias y algunas de ellas se niegan a aplicar dichas medidas en sus territorios respectivos. En efecto, Madrid, Andalucía y País Vasco desafían las restricciones, mientras Sanidad asegura que las limitaciones de aforos y horarios son obligatorias y el TS pone coto a los toques de queda autonómicos, dándose la paradoja de que incluso autonomías, como La Rioja, que apoyaron en el Consejo las medidas propuestas por Sanidad, son reticentes a aplicarlas ahora. En fin, un caos de desescalada se mire como se mire a causa de la falta de una Ley o Plan B al estado de alarma, que el Gobierno prometió en su día pero no ha elaborado, lo que está generando este caos judicial, social y político de envergadura por las limitaciones al ocio nocturno y a la hostelería, precisamente cuando todo apunta a que gracias a la vacunación masiva, que ahora va en serio, se está controlando la pandemia a pesar de todo. En definitiva, un descontento generalizado de las CCAA que se plantan ante Darias por imponerles una alarma encubierta, provocando que consejeros de varios partidos políticos se enfrenten a la ministra en el Consejo por obligarles a nuevas restricciones para el verano. “Ministra, permítanos revisar el documento: peligra el turismo”, “denos tiempo, las cosas se hacen por consenso, se estudian y se hacen propuestas” le afeaba el representante de la Generalitat, mientras Andalucía y País Vasco se sumaban a Madrid en su negativa a acatar la nueva hoja de ruta impuesta y los hosteleros rechazaban más limitaciones tras sacar a 43.000 empleados del ERTE y Ayuso consideraba que la instrucción, que no ley, de Sanidad “no es de obligado cumplimiento" y se rebelaba para “no arruinar a más gente”. Además, incluso el Congreso de los Diputados se posicionaba contra la ministra, pues desde Vox a la CUP le achacan el caos sanitario existente, por lo que varios grupos independentistas se sumaban a la petición del PP de que Darias comparezca en la Cámara, en tanto que la derecha extrema y Ciudadanos creen como los “populares” que más restricciones acabarán de “arruinar” a la hostelería, sector básico en nuestra vapuleada economía, cuando se vislumbra una esperanza tras la pandemia ya que los ingresados por covid han bajado a la mitad en un mes. ¿Era evitable este innecesario desmadre de gestión sanitaria? Yo creo que sí, simplemente con que el Gobierno, asumiendo sus responsabilidades, hubiera legislado al respecto o, en caso contrario, tuviera el valor de dictar de nuevo, si lo considera oportuno, el estado de alarma, que sólo él puede dictar, para dar cobertura legal a las restricciones que ahora pretende imponer. Entretanto, se desata...... (sigue leyendo en Blog Mi punto de vista, http://jorgecremades.blogspot.com.es/)

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